Según un informe del periódico The Washington Post, el Gobierno de Biden ha autorizado recientemente la transferencia de bombas y aviones de combate a Israel por un valor de miles de millones de dólares. El paquete de armas incluye más de 1.800 MK-84 de unos 900 kilos, que es un tipo de bomba que puede arrasar manzanas enteras de una ciudad, así como 500 bombas MK-82 de unos 225 kilos y 25 aviones de combate F-35. El Gobierno estadounidense “viene realizando este tipo de envíos de armamento semanalmente desde que comenzó el conflicto, es como tener una cuenta abierta para armas”, dice Josh Paul, exfuncionario del Departamento de Estado que trabajaba en el área de transferencias de armas y en octubre renunció en oposición al aumento de las ventas de armas a Israel. “Estas son las armas con las que Israel está matando no solo a miles de civiles sino también a cientos de trabajadores humanitarios”.
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