En Estados Unidos, jueces, jurados y más de 70 funcionarios y exfuncionarios penitenciarios han pedido que se detenga la ejecución programada para el próximo martes de Brian Dorsey, un recluso condenado a muerte en el estado de Misuri. Un exfuncionario penitenciario que conoció a Dorsey escribió en el periódico The Kansas City Star: “Desde mi punto de vista, después de trabajar durante décadas en centros penitenciarios, no dudo en afirmar que ejecutar a Brian Dorsey sería un acto de crueldad sin sentido”. Dorsey fue declarado culpable de matar a su prima y al marido de esta en 2006. En su petición de clemencia, Dorsey argumenta que el equipo legal de oficio que se le asignó no lo representó de manera adecuada y que él ha cambiado su vida, trabajando como barbero durante su condena en prisión. El gobernador de Misuri, Mike Parson, podría conmutar la sentencia de Dorsey por una pena de cadena perpetua sin libertad condicional.
Mientras tanto, el estado de Oklahoma ejecutó el jueves a Michael Dewayne Smith, en la primera de las 25 ejecuciones del estado previstas para este año. Esta semana, el juez de Oklahoma Gary Lumpkin les dijo a las personas encargadas de programar las ejecuciones del estado que “se aguanten” y “sean hombres” después de que estas solicitaran tener más tiempo entre ejecuciones para reducir la carga emocional en el personal y la posibilidad de cometer errores.
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