En Nueva York, los legisladores republicanos del condado de Nassau aprobaron un proyecto de ley que convertiría en un delito menor usar mascarillas o cualquier tipo de cobertura facial en espacios públicos. La medida contiene excepciones por razones de salud y religiosas que la Unión para las Libertades Civiles de Nueva York califica de “totalmente inadecuadas”. La organización declaró en un comunicado: “Criminalizar el uso de mascarillas obliga a las personas con discapacidades o condiciones médicas, así como a sus familiares y seres queridos, a decidir entre excluirse de la vida pública o poner en peligro su salud o incluso su vida”.
Esto se produce cuando al menos 84 países han informado de un aumento de casos de COVID-19 en el verano boreal. En Francia, decenas de atletas en los Juegos Olímpicos de París han dado positivo por coronavirus. En Estados Unidos, el estado de California también está experimentando una ola de casos, la peor en dos años.