En la Franja de Gaza, los ataques israelíes han matado a más de dos docenas de palestinos en las últimas 24 horas. Entre los fallecidos hay 13 miembros de tres generaciones de una misma familia que murieron cuando Israel bombardeó su vivienda en Jan Yunis. El martes, el Secretario General de la ONU, António Guterres, se sumó a la unánime condena internacional que generó el ataque de Israel de este martes contra un campamento de tiendas de campaña que albergaba a palestinos desplazados en Al-Mawasi, un área que Israel había designado como “zona segura”. El ataque se cobró la vida de al menos 40 personas y le provocó heridas a más de 60. Varias personas que sobrevivieron al ataque dijeron que las explosiones enterraron a familias enteras bajo la arena y cubrieron el campamento con partes de los cuerpos desmembrados de las víctimas del bombardeo.
Taghreed Abu Asi: “Los niños y las niñas quedaron huérfanos. Nos quedamos sin hogar. ¿Adónde vamos a ir? El Ejército israelí dijo: 'Vayan a Al-Mawasi'. Nosotros fuimos a Al-Mawasi. Nos atacaron después de habernos desplazado muchas veces. ¿Adónde se supone que debemos ir?”.
Una investigación de la cadena Al Jazeera ha revelado que la masacre fue llevada a cabo con bombas MK-84, las cuales son producidas por la empresa estadounidense General Dynamics.
Mientras tanto, Israel ha intensificado sus ataques contra el sur del Líbano. Existen informes de que Israel lanzó durante la noche del martes al menos 20 ataques aéreos que provocaron grandes incendios forestales y dañaron granjas y propiedades. El Ejército israelí afirma que uno de los ataques mató a un comandante de Hizbulá en el valle de Bekaa.