En Washington D.C., el Comité Judicial del Senado estadounidense celebró una audiencia sobre el aumento de los delitos de odio contra el pueblo judío y musulmán en Estados Unidos. Varios senadores republicanos utilizaron el foro para condenar las recientes protestas a favor del pueblo palestino que estudiantes llevaron a cabo en diferentes campus universitarios del país y arremetieron contra una testigo estadounidense de origen árabe que participó en la audiencia, la directora ejecutiva del Instituto Árabe Estadounidense, Maya Berry. El siguiente es un fragmento de la audiencia, en la que el senador republicano del estado de Luisiana John Kennedy interroga a Maya Berry.
Maya Berry: “Creo que es particularmente decepcionante que usted esté frente a una testigo estadounidense de origen árabe y diga: 'Usted apoya a Hamás'”.
Senador John Kennedy: “¿Sabe qué es lo que me decepciona?”.
Maya Berry: “Yo no apoyo a Hamás”.
Senador John Kennedy: “Que no es capaz de decir…”.
Maya Berry: “No apoyo a Hamás ni a ningún…”.
Senador John Kennedy: “… que usted no apoya a la Agencia de la ONU para la población refugiada de Palestina, que no apoya a Hamás, que no…”.
Maya Berry: “Fui muy clara en relación con mi apoyo a la Agencia de la ONU para la población refugiada de Palestina”.
Senador John Kennedy: “[No es capaz de decir] que no apoya a Hizbulá y que tampoco apoya a Irán”.
Maya Berry: “Me opongo…”.
Senador John Kennedy: “Debería esconder la cabeza en una bolsa”.
El senador de Luisiana preguntó varias veces: “Usted apoya a Hamás, ¿no es así?”, al tiempo que confundía a la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA) con Hamás. Tras las preguntas de Kennedy, el presidente del comité, el senador Dick Durbin, le dio a Maya Berry la oportunidad de responder.
Maya Berry: “Es lamentable que yo, mientras estoy sentada aquí, haya experimentado precisamente el problema que estamos intentando abordar hoy. La introducción de la política exterior no es la forma de mantener a salvo a los estadounidenses de origen árabe, a los judíos estadounidenses, a los musulmanes estadounidenses, a las personas negras, a los estadounidenses de origen asiático, a nadie. Esto ha sido, lamentablemente, una verdadera decepción, aunque es, en gran medida, un indicio del peligro que corren en la actualidad nuestras instituciones democráticas”.