El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, que continuaría garantizando la liberación de prisioneros de ambas partes, está en riesgo de romperse, después de que Hamás afirmara que Israel lo ha violado repetidas veces. Al respecto, Hamás mencionó los recientes ataques mortales perpetrados por Israel, que este fin de semana dejaron un saldo de cuatro palestinos muertos, así como graves incumplimientos en la cantidad de ayuda humanitaria y camiones de combustible que las autoridades israelíes autorizan ingresar a Gaza. Los palestinos afirman que Israel solo ha permitido el ingreso de 20.000 tiendas de campaña, de las 200.000 que había acordado, y ha incumplido por completo su compromiso de permitir la entrada de 60.000 casas rodantes a la Franja. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que el acuerdo de alto el fuego debería ser revocado, a menos que Hamás libere, a más tardar el sábado, a todos los rehenes que mantiene retenidos, y volvió a amenazar que “se desatará un infierno” en Gaza si eso no ocurre. Los palestinos reaccionaron a la amenaza de Trump.
Jomaa Abu Kosh: “El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que 'si Hamás no entrega a los rehenes a tiempo, Gaza se convertirá en un infierno'. ¿Qué infierno? ¿Un infierno peor que el que ya tenemos? ¿Un infierno con más muertes aún? Toda la destrucción, todas las prácticas y los crímenes inhumanos que se han cometido en la Franja de Gaza no han ocurrido en ningún otro lugar del mundo”.
La mayor parte de Gaza continúa sin agua potable ni suministro eléctrico estable y la mayoría de las familias no tienen acceso a servicios básicos como instalaciones de saneamiento y atención médica. Esta semana, las intensas lluvias y los fuertes vientos han provocado que cientos de miles de personas que viven en tiendas de campaña improvisadas queden expuestas a condiciones extremas de frío y humedad.