El Ejército ruso llevó a cabo durante la noche del martes nuevos ataques contra Ucrania. Las fuerzas armadas de Rusia lanzaron decenas de drones hacia la región capital de Ucrania y bombardearon la ciudad oriental de Sumy, donde un ataque con drones contra un hospital forzó la evacuación de más de 100 pacientes. Mientras tanto, funcionarios rusos han afirmado que un ataque ucraniano con drones provocó un incendio en una terminal petrolera situada en la región sureña de Krasnodar. Estos bombardeos se produjeron apenas horas después de que Rusia dijera que el presidente Vladimir Putin había acordado pausar temporalmente los ataques contra instalaciones energéticas durante una llamada telefónica de dos horas que mantuvo con el presidente Trump. Según el Kremlin, Putin se negó a respaldar un alto el fuego absoluto de 30 días y enfatizó que cualquier acuerdo depende de que Estados Unidos y sus países aliados detengan por completo el envío de ayuda militar a Ucrania y el intercambio de información de inteligencia con el Ejército ucraniano. La interpretación que hace el Kremlin de la conversación telefónica con Trump contradice de forma directa una declaración que el mandatario estadounidense hizo en el canal de noticias Fox News.
Presidente Donald Trump: “No hablamos de la ayuda [a Ucrania]. En realidad, no hablamos en absoluto de dicha ayuda. Hablamos de muchas cosas, pero nunca se habló de la ayuda”.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que probablemente apoyaría el nuevo y más limitado acuerdo de alto el fuego, aunque estaba esperando más información al respecto. Zelensky tiene previsto hablar por teléfono con Trump este miércoles.
Mientras tanto, el Gobierno saliente de Alemania ha acordado enviar un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania valuado en 3.000 millones de euros. El ministro de Defensa de Alemania criticó el acuerdo de Trump con Putin al decir que este “no significa nada” y que el presidente estadounidense tendría que obtener mayores concesiones.