En Sudán, han salido a la luz más detalles sobre el ataque que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido llevó a cabo la semana pasada en el campamento de desplazados de Zamzam, situado en el estado de Darfur del Norte. Los sobrevivientes del ataque relataron que hubo saqueos generalizados y quema de viviendas al tiempo que llovían balas sobre la población civil. Las Fuerzas de Apoyo Rápido tomaron el control del campamento, en donde mataron a al menos 300 personas y forzaron el desplazamiento de otras 400.000, que están enfrentando condiciones de hambruna. Estas fueron las palabras expresadas por dos de las personas sobrevivientes.
Najlaa Ahmed: “Algunas personas murieron en este camino a causa de la sed y el hambre. Otras simplemente murieron. No sé qué ha sido de mi madre, mi padre, mis hermanos y mi abuela. Vine aquí con personas que no conozco. Gracias a Dios, vine con ellas”.
Ahmed Mohammed: “Necesitamos todo lo que necesita un ser humano: harina, arroz, pasta, azúcar, cualquier cosa; también mantas y cobijas para dormir. Estamos durmiendo en el suelo”.
Según se informa, los combatientes de las Fuerzas de Apoyo Rápido también han establecido controles de seguridad alrededor de Zamzam y otros campamentos de desplazados en Darfur, lo que ha dejado a muchas personas sin un refugio seguro y sin acceso a alimentos y agua. Además, los recortes del Gobierno de Trump a la ayuda internacional estadounidense han exacerbado la catástrofe humanitaria en Sudán y han dejado a miles de civiles, incluidos niños y niñas, al borde de la inanición.