El hambre y la desnutrición están aumentando en Etiopía debido a los conflictos armados, la sequía severa que enfrenta el país, los desplazamientos masivos de población y la convulsión política y la crisis económica que azotan la región, que ha dejado a millones de personas sin acceso a alimentos. El Programa Mundial de Alimentos estima que más de diez millones de personas padecen hambre y desnutrición en Etiopía, muchas de las cuales se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a los actos de violencia que azotan el país y a los devastadores impactos de la crisis generada por el cambio climático. Dicha agencia de la ONU advierte que es probable que las condiciones empeoren, ya que la asistencia alimentaria vital que brinda en Etiopía corre un riesgo inminente debido a la crítica escasez de fondos, los cuales se han visto afectados, entre otras cosas, por los recortes implementados a la ayuda internacional estadounidense.
Zlatan Milišić: “Ahora, estamos en un punto crítico. No nos ha quedado más remedio que suspender esta semana el tratamiento de 650.000 mujeres y niños desnutridos, simplemente porque nos hemos quedado sin productos básicos y sin fondos. […] Actualmente estamos operando solo con alrededor del 50% de los fondos que disponíamos el año pasado. Esto significa que 3,6 millones de personas vulnerables podrían perder en las próximas semanas el acceso a la ayuda que brinda el Programa Mundial de Alimentos, a menos que los fondos lleguen de manera urgente”.
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