En Kinsasa, la capital de la República Democrática del Congo, fuertes inundaciones provocaron la muerte de al menos 33 personas y arrasaron viviendas y carreteras. Esto ocurre mientras se agrava la crisis humanitaria y de seguridad en el este del país, con el avance de los combatientes del grupo rebelde M23 en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur. Unas 7.000 personas han muerto y millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares en los últimos meses.
Un funcionario del Gobierno de Trump dijo la semana pasada que Estados Unidos y la República Democrática del Congo están cerca de llegar a un acuerdo que permitiría a empresas estadounidenses explotar las reservas congoleñas de minerales valiosos, entre ellos el cobalto y el litio, a cambio de brindar seguridad.