El juez federal Brian Murphy dictaminó el miércoles que el Gobierno de Trump violó una orden judicial al deportar esta semana a ocho inmigrantes a Sudán del Sur sin darles al menos 15 días para impugnar su expulsión. Murphy dijo que los funcionarios de inmigración habían informado a los hombres de su deportación con solo 24 horas de anticipación. Sin embargo, el juez no ordenó el regreso de los hombres a Estados Unidos como habían solicitado sus abogados. Se cree que su avión aterrizó el miércoles en Yibuti, pero no está claro si continuará hacia Sudán del Sur, país que, según observadores, podría estar al borde de una nueva guerra civil. Solo uno de los hombres es oriundo de Sudán del Sur, los otros son ciudadanos de Cuba, México, Laos, Vietnam y Birmania.
Esto se produce en medio de crecientes informes de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas está llevando a cabo arrestos frente a los tribunales de inmigración, donde los agentes esperan a las personas que se presentan debidamente a sus audiencias judiciales para luego detenerlas. Los miembros de la comunidad han comenzado a presentarse en los tribunales para protestar contra los arrestos e informar a los inmigrantes sobre sus derechos. Los abogados de inmigración temen que los arrestos inciten a las personas a no asistir a sus audiencias judiciales, lo que podría provocar una posible deportación inmediata.