
Un tribunal estadounidense ha bloqueado temporalmente la orden del Gobierno de Trump destinada a impedir que la Universidad de Harvard matricule a estudiantes internacionales. De tener éxito, dicha medida le haría perder la visa de estudios a más de una cuarta parte del padrón estudiantil de Harvard. Uno de los estudiantes afectados es Francesco Anselmetti, miembro del Sindicato de Estudiantes de Posgrado de Harvard, quien enfatiza que la revocación de visas afectaría tanto a investigadores que realizan estudios de posgrado como a personal docente y constituye “la mayor amenaza de deportación masiva a trabajadores sindicalizados de la historia de Estados Unidos”. Este es el golpe más reciente en la ofensiva del Gobierno de Trump contra las universidades que reciben financiamiento federal.
Cuando anunció la revocación de las visas, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, acusó a Harvard de “antisemitismo” y de “coordinarse con el Partido Comunista Chino”. En respuesta a esto, la profesora de Harvard Alison Frank Johnson advierte que la prestigiosa universidad es solo el primer ejemplo de una represión más amplia que Trump está ejerciendo contra la producción de conocimiento y la libertad académica. “Este ataque no es realmente contra Harvard. Es contra la producción de conocimiento independiente que tiene lugar en las universidades”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.