
El caso por abuso sexual contra el Dr. Robert Hadden, quien trabajaba como ginecólogo y obstetra en la Universidad de Columbia, ha desembocado en un acuerdo judicial que está siendo celebrado como una victoria histórica por cientos de mujeres sobrevivientes de los abusos de agresor. Durante más de dos décadas, las autoridades de Columbia ignoraron las denuncias de estas mujeres, desacreditaron el trabajo de la fiscalía y protegieron al depredador sexual. “La universidad sabía desde los años 90 lo que él hacía y cómo maltrataba a sus pacientes, pero no hizo más que mentir, encubrirlo y exponer a más pacientes desprevenidas a un agresor serial conocido”, afirma Anthony T. DiPietro, abogado que representa a las sobrevivientes en sus demandas contra Hadden.
También nos acompaña la sobreviviente Eva Santos Veloz, quien fue paciente del Dr. Hadden a los 18 años. “Fue en mi primer parto”, dice Veloz. “Durante el trabajo de parto, me agredió sexualmente varias veces, no solo una”.
El martes 6 de mayo, los equipos jurídicos de las querellantes anunciaron que la Universidad de Columbia y el hospital NewYork-Presbyterian acordaron pagar 750 millones de dólares por su responsabilidad en los abusos del exmédico, que tenían lugar durante sus procedimientos médicos. Los montos de las compensaciones pagadas en estos procesos judiciales ya superan los mil millones de dólares, sumando el acuerdo actual con los anteriores. “Es un acuerdo enorme”, dice Laurie Maldonado, otra sobreviviente y querellante contra Hadden. “Fue una gran victoria para todas las sobrevivientes, en especial las sobrevivientes de Hadden, pero para todos las sobrevivientes” de abuso sexual.
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