En Estados Unidos, las familias que fueron arrestadas durante las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Los Ángeles han sido retenidas en sótanos con acceso limitado a alimentos o agua, mientras que algunos detenidos han sido trasladados al estado de Texas debido a que las instalaciones locales no estaban preparadas para alojar el aluvión de nuevos detenidos. Los familiares de los residentes de la ciudad que fueron llevados por la fuerza por los agentes de inmigración afirman no saber a dónde fueron trasladados sus seres queridos ni en qué condiciones se encuentran. Estas fueron las palabras expresadas por Kimberly Hernández, cuyo padre se encuentra desaparecido desde que los agentes de inmigración realizaron una redada en el lavadero de autos donde trabajaba.
Kimberly Hernández: “Nos entristece muchísimo el no saber dónde está. No hemos podido encontrarlo, y esto es injusto. Quisiéramos justicia para él. Nos gustaría vivir sin el temor de ser detenidos en todo momento”.