En Gaza, las fuerzas armadas israelíes han matado a 71 palestinos desde el amanecer de este martes, incluidas al menos 50 personas que intentaban obtener ayuda humanitaria. Al menos 27 de las víctimas murieron en un ataque israelí contra civiles que esperaban para recibir comida en el centro del enclave palestino, un ataque que también dejó decenas de heridos y convirtió un centro de ayuda humanitaria en lo que un funcionario palestino calificó como un “campo abierto de muerte”.
Por otra parte, la agencia de noticias Wafa informa que otro niño palestino murió de desnutrición en Gaza. Hassan Barbakh, de tres años, falleció este martes por la mañana a causa de un daño renal y hepático provocado por un aumento vertiginoso de los niveles de ácido en sangre, consecuencia de una desnutrición aguda. El hermano del niño también murió de inanición. La familia había pedido que los menores fueran trasladados de urgencia al extranjero para que recibieran tratamiento, pero las autoridades israelíes rechazaron la solicitud.
Mientras tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que Gaza se encuentra al borde de una “sequía provocada por el hombre” y que los niños y niñas del enclave palestino corren el riesgo de morir de sed si Israel no levanta el bloqueo que impide el ingreso de ayuda humanitaria. La ONU alertó que, debido a la escasez de combustible, solo el 40% de las instalaciones de tratamiento de agua de la Franja continúan operativas.