
El proyecto de presupuesto del presidente Trump fue aprobado en el Senado con polémicas negociaciones de último minuto y gracias al voto de desempate del vicepresidente J.D. Vance. Tres senadores republicanos se sumaron al bloque demócrata para votar en contra del proyecto de ley, que otorga reducciones impositivas a los sectores ricos y hace un recorte presupuestario histórico al programa Medicaid y la asistencia alimentaria. Ahora, el proyecto de ley vuelve a la Cámara de Representantes, donde el Partido Republicano tiene una mayoría escasa y tratará de aprobarlo antes de la fecha límite del 4 de julio impuesta por Trump. Organizaciones de la sociedad civil, como el movimiento político de base comunitaria Indivisible, están convocando a la gente estadounidense, en particular a quienes viven en distritos con un comportamiento electoral fluctuante o favorable al Partido Republicano, que se pongan en contacto con sus representantes en la Cámara Baja y les pidan que voten en contra del proyecto de ley. “No es un hecho consumado”, dice Ezra Levin, el codirector ejecutivo de Indivisible y uno de sus fundadores. “No tienen los votos asegurados”.
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