Este 4 de Julio, los estadounidenses deben declarar su independencia de las cárceles del Servicio de Inmigración

Columna04 de julio de 2025
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Amy Goodman y Denis Moynihan

El Día de la Independencia de Estados Unidos llega en un momento en que esa unión de estados imperfecta, proclamada públicamente el 4 de julio de 1776, enfrenta una amenaza existencial. En su deriva autoritaria, el presidente Donald Trump concentra cada día más poder, sin que la mayoría republicana en el Congreso ni la mayoría conservadora de la Corte Suprema le impongan frenos. Las detenciones y las deportaciones masivas de inmigrantes, que también afectan a muchos residentes legales e incluso a ciudadanos estadounidenses, se han intensificado. Trump está ahora considerando “desnaturalizar” a ciertos ciudadanos, es decir, quitarles la ciudadanía para deportarlos si no se comportan de acuerdo con sus caprichos. En esta sucesión de medidas inquietantes y muchas veces ilegales, la capacidad de Trump para provocar sorpresa y conmoción parece no tener límites.

Esta semana, el mandatario estadounidense visitó un nuevo centro de detención que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el fiscal general del estado, James Uthmeier, han construido apresuradamente en la región pantanosa de los Everglades, un gulag al que han bautizado como “Alligator Alcatraz”, “el Alcatraz de los caimanes”, en español.

El miércoles por la mañana, frente a la Casa Blanca, mientras Trump se disponía a viajar a Florida, el periodista del canal Fox News Peter Doocy le preguntó: “Con Alligator Alcatraz, ¿la idea es que si un inmigrante ilegal intenta escapar, simplemente acabe devorado por un caimán o una serpiente?”.

Trump respondió con una sonrisa: “Las serpientes son rápidas, pero los caimanes… Vamos a enseñarles [a los prisioneros] a huir de un caimán. Si escapan de la cárcel, ¿cómo deben huir? No corran en línea recta. Corran [en zigzag]. ¿Y saben qué? Sus posibilidades aumentarán alrededor de un 1%, lo cual no es muy bueno”.

Trump continuó: “Tenemos muchos guardias y muchos policías en forma de caimanes. No hay que pagarles mucho”.

La sesión fotográfica de Trump en el complejo carcelario fue una nueva puesta en escena racista contra los inmigrantes, cargada de odio e inhumanidad, en la que se burló de ellos, tanto para las cámaras como para su leal base de apoyo.

El estado de Florida está construyendo la prisión en los terrenos de un aeródromo en desuso. En una “mesa redonda” organizada por la Casa Blanca en las instalaciones de la cárcel, DeSantis se jactó de que el lugar es ideal para la deportación masiva de inmigrantes: “Conduces [a los inmigrantes] unos 600 metros hasta la pista y luego se han ido. Es un servicio integral”.

Mientras esto ocurría, en las afueras de la prisión se desarrollaba una protesta convocada por ambientalistas, activistas por los derechos de los inmigrantes y los guardianes ancestrales de estas tierras: las tribus indígenas Miccosukee y Seminole.

Un analista que sigue de cerca este nuevo y atroz campo de concentración en en la región pantanosa de los Everglades es Aaron Reichlin-Melnick, investigador principal del Comité Estadounidense para Refugiados e Inmigrantes. En conversación con Democracy Now!, Reichlin-Melnick expresó:

“'El Alcatraz de los caimanes' es un nombre propagandístico. Alcatraz era una cárcel para personas que habían sido condenadas por cometer delitos y que estaban cumpliendo su pena. Pero los centros de detención de inmigrantes no son para personas que están cumpliendo una condena penal. La mayoría de los inmigrantes detenidos no tienen antecedentes penales o han cometido solo delitos menores. […] Al Gobierno de Trump le encanta decir que solo persigue a los peores de los peores, pero cuando envió a cientos de personas a la bahía de Guantánamo, un tercio de ellas no tenía ninguna condena penal. Cientos de las personas que fueron deportadas a [la megacárcel de máxima seguridad] CECOT de El Salvador, que fueron enviadas a prisión –sin juicio de por medio– por tener presuntos vínculos con pandillas o grupos criminales, probablemente no tienen ningún vínculo con estos grupos ni tienen antecedentes penales. Así que esto no es Alcatraz. Es un campo de detención que el Servicio de Inmigración está utilizando para recluir a inmigrantes, muchos de los cuales probablemente no hayan cometido ningún delito”.

El fiscal general de Florida, James Uthmeier, un acérrimo partidario de Trump que fue el primero en promocionar el nombre propagandístico de la cárcel, está vendiendo merchandising del “Alcatraz de los caimanes” en el sitio web de su campaña.

Florida no solo tiene caimanes, pitones y funcionarios electos entusiasmados con castigos crueles e inusuales. También es el estado donde se han registrado cinco de las 13 muertes reportadas en centros de detención del Servicio de Inmigración en lo que va de este año. El proyecto de ley de Presupuesto promovido por los republicanos contempla destinar cientos de miles de millones de dólares de los contribuyentes a fortalecer la industria de la detención y deportación de inmigrantes, lo que garantiza la construcción de muchas más cárceles y campos de detención del Servicio de Inmigración y, con ello, un seguro aumento de las muertes bajo custodia.

Mientras continúa la construcción de la sombría prisión de los Everglades, los estadounidenses de todo el país están celebrando el cumpleaños de la nación. La mayoría de los ciudadanos que celebran la Declaración de Independencia nunca han leído este breve documento. Si llegaran a leerlo, una frase les llamaría especialmente la atención, dada la ambición de poder de Trump y la facilidad con que muchos están dispuestos a entregárselo:

“Un príncipe, cuyo carácter está así marcado por todos los actos que pueden definir a un tirano, no es apto para ser el gobernador de un pueblo libre”.

La Declaración de Independencia es un documento imperfecto. Se refiere, por ejemplo, a los pueblos indígenas de este continente como “salvajes” y no rechaza, ni siquiera menciona, la institución de la esclavitud. De hecho, aproximadamente un tercio de los 55 firmantes del documento poseían esclavos. Sin embargo, la Declaración es tajante en su condena a los reyes, los tiranos y el ejercicio arbitrario del poder.

Las protestas bajo el lema “Sin reyes”, en rechazo al intento de Trump de concentrar el poder público en sus manos, no dejan de crecer. El mes pasado, en el día del cumpleaños del mandatario estadounidense, millones de personas se manifestaron en las calles de todo el país. La próxima gran movilización está prevista para el 17 de julio.


© 2025 Amy Goodman

Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

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