En Nueva York, activistas en defensa de los derechos de los trabajadores se han comprometido a seguir luchando después de que el alcalde de la ciudad, Eric Adams, vetara esta semana dos proyectos de ley que habrían aumentado el salario mínimo de miles de repartidores de comestibles de la ciudad. Las medidas habrían incrementado a más de 20 dólares la hora el salario de los repartidores, muchos de los cuales son inmigrantes que trabajan para aplicaciones de entrega de comestibles como Instacart. La presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Adrienne Adams, se comprometió a anular el controvertido veto de última hora emitido por el alcalde de la ciudad.
Presidenta Adrienne Adams: “Estos proyectos de ley buscan proteger a los neoyorquinos de clase trabajadora de la explotación derivada de los míseros salarios que se establecen cuando las empresas consideran a los trabajadores como contratistas independientes. El alcalde Adams decidió alinearse con los intereses especiales de las empresas antes que con los trabajadores y con los casi 20.000 empleados que estas leyes habrían protegido. […] Me enorgullece apoyar estos proyectos de ley y esperamos revocar nuevamente, en las próximas semanas, los insensatos vetos del alcalde contra la clase trabajadora”.