Funcionarios penitenciarios de Florida han ejecutado a un recluso condenado a muerte. Se trata de la novena ejecución en lo que va de 2025, lo que marca un récord histórico en el estado, que tiene previstas otras dos para agosto. El jueves por la tarde, Edward Zakrzewski fue atado a una camilla, cubierto con una sábana blanca y se le inyectó un cóctel letal de tres fármacos. La ejecución de Zakrzewski se produjo un día después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara su última instancia de apelación para que se suspendiera la aplicación de la pena de muerte.
Mientras tanto, la Corte Suprema de Tennessee dictaminó que un recluso condenado a muerte puede ser ejecutado sin desactivar un dispositivo implantado que regula sus latidos cardíacos. Robert Black, de 68 años, sufre insuficiencia cardíaca crónica y demencia. El equipo legal de Black argumentó que el dispositivo, que funciona como marcapasos y desfibrilador, podría emitir descargas dolorosas al corazón de Black al intentar reanimarlo durante la ejecución. La ejecución de Black, mediante inyección letal, está programada para el 5 de agosto.