En la República Democrática del Congo, combatientes respaldados por el Estado Islámico armados con machetes mataron al menos a 52 civiles, entre ellos mujeres y menores, en las regiones orientales de Beni y Lubero. La ONU informó sobre el hecho y precisó que, en los últimos días, rebeldes del grupo denominado Fuerzas Democráticas Aliadas, apoyados por el Estado Islámico, incendiaron viviendas, ataron a los residentes y los atacaron con machetes y azadas. Las Fuerzas Democráticas Aliadas son una de las numerosas milicias que luchan por el control de tierras y recursos en el este de la República Democrática del Congo, una región rica en minerales. Estas fueron las palabras expresadas por un funcionario local de Beni.
Elie Mbafumoja: “Esto es un genocidio que está ocurriendo en silencio. Ni siquiera la comunidad internacional dice nada al respecto. Hace ya once años que la población es víctima de estas masacres. Debemos dialogar con las autoridades a todos los niveles, internacionales, nacionales, provinciales y locales, con el fin de restaurar la paz. Estamos cansados de masacres de todo tipo. Estamos cansados de enterrar a nuestros hermanos. Estamos cansados de estas matanzas”.
La reciente masacre se produjo en medio de las actuales tensiones entre las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo y el grupo rebelde M23, respaldado por Ruanda, después de que ambos bandos no cumplieran con la fecha límite del lunes para llegar a un acuerdo definitivo de paz durante las conversaciones mediadas por Catar.