Un tribunal federal de apelaciones ha allanado el camino para que el Gobierno de Trump revoque el estatus de protección temporal para 60.000 inmigrantes oriundos de Honduras, Nepal y Nicaragua. Defensores de los derechos de los inmigrantes advierten que la decisión del tribunal podría conducir a la deportación de familias que han vivido legalmente en Estados Unidos durante décadas.
En otras noticias sobre inmigración, legisladores estatales de Nueva York han condenado al Gobierno de Trump por deportar a una estudiante de escuela primaria de seis años de edad. La niña y su madre fueron deportadas el martes a Ecuador tras ser detenidas la semana pasada durante una cita rutinaria del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. El director de la escuela primaria a la que asistía la niña había instado al Servicio de Inmigración a detener su deportación, diciendo que su “inesperada expulsión causará una interrupción significativa en su aprendizaje y probablemente tendrá un profundo impacto emocional en sus compañeros de clase, así como en toda la comunidad escolar”.
Mientras tanto, el miércoles, agentes federales de inmigración tiraron al suelo y sujetaron con abrazaderas de plástico a un manifestante frente a la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de la ciudad de San Francisco. Durante dicho operativo, los agentes también rociaron con gas pimienta a varias personas, incluido un periodista.