El gabinete de seguridad de Israel está evaluando extender el ataque sobre Gaza hasta ejercer un completo control militar sobre el territorio. Según se informa, el primer ministro Benjamin Netanyahu estaría presionando para realizar una ofensiva de un mes contra la ciudad de Gaza y los campamentos de refugiados de la zona central de Gaza. Dicha reunión del gabinete de seguridad tuvo lugar en el marco de la hambruna provocada deliberadamente por Israel en Gaza que, según funcionarios de salud de Palestina, se cobró al menos cuatro nuevas víctimas en las últimas 24 horas. “Realmente, los políticos israelíes no han ocultado que lo que imaginan y desean ver es la expulsión total de la población palestina de la Franja de Gaza, o al menos su desplazamiento masivo hacia lo más hacia el sur posible”, plantea Amjad Iraqi, analista de la organización International Crisis Group especializado en Israel-Palestina. Iraqi añade que, dado que los aliados de Israel le han permitido actuar con impunidad, “tampoco se puede separar [lo que sucede en] Gaza de [lo que sucede] en Cisjordania”. El gobierno israelí está “decidiendo que en realidad podría intentar implementar y replicar en Cisjordania muchas de las políticas” ejecutadas en Gaza.
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