En Afganistán, el terremoto ocurrido el domingo en una remota zona montañosa cerca de la frontera con Pakistán ha dejado más de 1.400 personas muertas, además de miles de heridos, y se prevé que la cifra de víctimas mortales siga aumentando. Se trata de uno de los terremotos más mortíferos que ha azotado Afganistán en más de una década, con réplicas que se sintieron en el vecino Pakistán y en lugares tan lejanos como India. Las carreteras han quedado bloqueadas y las comunicaciones se han interrumpido. Los equipos de rescate se han visto obligados a realizar caminatas de varias horas para llegar a las comunidades afectadas. Estas fueron las palabras expresadas por Mohammad Ibrahim, uno de los sobrevivientes del terremoto.
Mohammad Ibrahim: “Un total de 25 personas de mi familia fueron martirizadas y aún están bajo los escombros. Le pido a la comunidad internacional que nos proporcione ayuda, y Dios los recompensará”.
Estados Unidos expresó sus condolencias por la red social X, pero no anunció ninguna ayuda. Una funcionaria de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU en Afganistán dijo a la agencia de noticias Reuters que los recortes a la ayuda internacional estadounidense han dificultado la respuesta al terremoto y afirmó al respecto: “La cantidad de personal con el que contamos en el terreno es mucho menor que la que habríamos tenido hace seis meses”. Mientras tanto, China, India, Pakistán, Suiza y los Emiratos Árabes Unidos se han comprometido a brindar ayuda de emergencia a Afganistán.