
El lunes 22 de septiembre, el presidente egipcio indultó al preso político más conocido del país, Alaa Abd El-Fattah, quien pudo reunirse con su familia después de haber pasado la mayor parte de los últimos 12 años en prisión. Alaa Abd El-Fattah es un escritor, disidente político y fue una de las voces más prominentes en las protestas de 2011 conocidas como Primavera Árabe, que hicieron caer la dictadura de Mubarak. Abd El-Fattah ha sido perseguido constantemente por el actual Gobierno, bajo el mando autoritario del presidente Abdel Fattah el-Sisi. Recientemente, Abd El-Fattah fue condenado por una publicación en Facebook a cinco años de prisión que se cumplieron en septiembre de 2024. Pero las autoridades se negaron a liberarlo, con el argumento de que los dos años que había pasado en prisión preventiva no contaban como parte de la pena. El indulto emitido el lunes llega tras años de una campaña de presión internacional con la consigna “Liberen a Alaa”, que llegó hasta el Reino Unido, país del cual el activista también es ciudadano. Tanto Alaa como su madre, Laila Soueif, llevaron a cabo largas huelgas de hambre.
Hablamos con Ahdaf Soueif, tía de Abd El-Fattah, quien dice que su liberación da a la familia un “tremendo alivio”, así como “la esperanza de que este sea el primer paso hacia la liberación de muchos otros presos políticos” de Egipto.
También nos acompaña el periodista Sharif Abdel Kouddous, quien viene cubriendo el caso hace muchos años. “Alaa es libre, pero no se hizo justicia”, dice Kouddous. “Todavía hay muchos miles de presos políticos en Egipto, decenas de los cuales están tras las rejas simplemente por expresarse en solidaridad con Palestina y contra el genocidio de Israel en Gaza”.
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