En el estado de California, Ismael Ayala-Uribe, de 39 años, fue declarado muerto el lunes, después de haber sido hallado inconsciente en el Centro de Detención de Inmigrantes del Servicio de Inmigración en Adelanto. Ayala-Uribe llegó a Estados Unidos desde México cuando tenía cuatro años y vivió la mayor parte de su vida en la ciudad de Westminster, condado de Orange. En Estados Unidos, Ayala-Uribe fue beneficiario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA, desde 2012 hasta 2016, cuando su solicitud para la renovación fue denegada. Ayala-Uribe murió un día después de ser operado de emergencia por un absceso. La cirugía se realizó tres días después de que se quejara por primera vez de dolor, y después de que sus pedidos de ayuda fueran ignorados en la cárcel para inmigrantes, que es administrada por la compañía penitenciaria privada GEO Group. Con la muerte de Ayala-Uribe, ya son 14 las personas que han fallecido desde enero en cárceles del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
En más noticias sobre inmigración, la cadena de noticias CNN informa haber identificado a más de 100 menores ciudadanos estadounidenses, desde recién nacidos hasta adolescentes, que han quedado varados sin sus padres debido a las medidas migratorias de este año. Los padres fueron arrestados por el Servicio de Inmigración durante las redadas que se llevaron a cabo en sus lugares de trabajo, que van desde granjas agrícolas hasta plantas de envasado de productos cárnicos, tras haber asistido a una cita rutinaria del Servicio de Inmigración o cuando dejaban a sus hijos en la escuela.