El primer ministro de Escocia, John Swinney, anunció el miércoles que su Gobierno ha decidido dejar de financiar a los fabricantes de armas que venden armamento a Israel, al tiempo que ordenó que se izara la bandera palestina sobre los edificios del Gobierno escocés. Swinney hizo el anuncio al tiempo que, en una votación que contó con 65 votos a favor y 24 en contra, los miembros del Parlamento escocés aprobaron una moción para reconocer el Estado de Palestina, instando al Gobierno del Reino Unido a hacer lo mismo.
Primer ministro John Swinney: “Frente al genocidio, no se puede seguir trabajando como siempre. Suspenderemos la concesión de nuevos fondos públicos a empresas armamentistas cuyos productos o servicios se proporcionan a países donde hay pruebas plausibles de que se está cometiendo genocidio por parte de ese país. Eso incluye a Israel”.