La Corte Suprema de Estados Unidos ha suspendido el fallo de una jueza federal que prohibía a agentes federales realizar operativos migratorios en el área de Los Ángeles y detener a personas con base en su apariencia o el idioma que hablan. El fallo de la jueza quedará suspendido mientras el Gobierno de Trump recurre el caso. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, elogió el fallo de seis votos a favor y tres en contra emitido por la mayoría conservadora del tribunal y escribió en la red social X: “Ahora, el Servicio de Inmigración puede seguir realizando patrullas itinerantes en California sin la microgestión judicial”. Los jueces de la Corte Suprema no expusieron sus razones para revocar el fallo del tribunal inferior. En su constancia de disidencia, la jueza Sonia Sotomayor escribió: “No deberíamos tener que vivir en un país donde el Gobierno puede detener a cualquier persona que parezca latina, hable español o parezca tener un empleo mal remunerado”. Las autoridades municipales de Los Ángeles y organizaciones en defensa de los derechos de los inmigrantes condenaron el fallo emitido por la Corte Suprema. Estas fueron las palabras emitidas por Armando Gudino, director de la red Los Angeles Worker Center.
Armando Gudino: “Al ponerse del lado del Gobierno de Trump, la mayoría de la Corte [Suprema] ha demostrado ser muy prejuiciosa y ha fortalecido aún más el autoritarismo en este país. Se les ha dado ahora a los agentes de inmigración el poder de discriminar, detener y arrestar a las personas con base en el color de su piel, el idioma que hablan o el trabajo que realizan. Al hacerlo, han legitimado de facto la práctica de elaborar perfiles raciales y, por ende, la discriminación racial”.