El hombre noruego arrestado por los ataques que dejaron un saldo de 77 personas muertas el pasado mes, regresó a la escena del homicidio masivo el sábado, en compañía de la policía. Con chaleco antibalas y correa, Anders Breivik guió a los investigadores por la isla de Utoya durante ocho horas, simulando el asesinato de 69 víctimas. Breivik admitió haber planeado y perpetrado el ataque así como el atentado con bomba en un edificio de Oslo que causó la muerte de otras ocho personas.
Noruego que efectuó disparos llevado a lugar de masacre
Titular15 Ago. 2011