Los comentarios de Carney acerca de la utilidad de Assad para los intereses del gobierno de Estados Unidos coinciden con la comparecencia ante la justicia en Egipto de Hosni Mubarak, aliado de larga data de Estados Unidos, a quien el gobierno de Obama apoyó hasta que se vio finalmente obligado a dimitir en febrero. En su primera aparición pública desde su renuncia, Mubarak fue llevado en silla de ruedas al tribunal para enfrentar su juicio por corrupción y por el homicidio de manifestantes. Los hijos de Mubarak, Gamal y Alaa, así como otros seis ex funcionarios del gobierno, fueron también procesados. El caso fue aplazado hasta fines de este mes. Miles de egipcios se reunieron en lugares públicos para ver el juicio.
Un residente de El Cairo declaró: “De los últimos treinta años, hoy es el primer día de un Estado de Derecho, con leyes que se aplican a todos. Y hoy, toca al derrocado Presidente Mubarak y a sus hijos estar en el banquillo. Este es un mensaje para todos los que vengan después de él y para todos quienes actúen mal desde ahora, ya saben a dónde pertenecen; a la cárcel”.