El tributo de la poeta Maya Angelou a Nelson Mandela: levantamos nuestras voces emocionadas para decir 'Gracias'

Reportaje10 de diciembre de 2013

Cerramos esta cobertura especial de la ceremonia en honor a Nelson Mandela con un mensaje en video enviado por la reconocida poeta y escritora Dra. Maya Angelou. Angelou y Mandela se conocieron en 1962, antes de que Mandela fuera encarcelado. “Sí, la vida de Mandela terminó”, afirma Angelou. “Sin embargo, nosotros, sus herederos, abriremos las puertas totalmente a la reconciliación. Y responderemos generosamente al llanto de los negros y los blancos, los asiáticos, los hispanos y los pobres que viven en condiciones penosas sobre la faz de la Tierra”.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Acabamos el programa de hoy con un mensaje en video enviado por la reconocida poeta y escritora Dra. Maya Angelou en honor a Nelson Mandela. Ellos se conocieron en 1962 antes de que él fuera encarcelado.

MAYA ANGELOU :

Su día ha concluido.
Ha concluido.
La noticia llegó en las alas de un viento, reacio a llevar su carga.
Ha concluído el día de Nelson Mandela.
La noticia, esperada pero aún ingrata, llegó a Estados Unidos, y de repente nuestro mundo se volvió sombrío.
Nuestros cielos se tornaron grises.

Su día ha concluido.
Les vemos a ustedes, el pueblo sudafricano, enmudecidos
ante el portazos de ese umbral final del cual ningún
viajero regresa.

Nuestro espíritu les tienes a ustedes la mano, a los Bantu, los Zulú, los Xhosa, los Boer.
Pensamos en ustedes y su hijo de africano, su padre, su otra
maravilla del mundo.

Les enviamos nuestras almas mientras reflexionan acerca de su David armado con tan sólo una piedra para enfrentarse al poderoso Goliat.
Su hombre fuerte, Gedeón, emerge triunfador.
Aún habiendo nacido en el brutal seno del Apartheid, marcado por la
salvaje atmósfera del racismo, y encarcelado injustamente en las sangrientas fauces de las mazmorras sudafricanas.

¿Sobreviviría este hombre? ¿Sobreviviría este hombre?
Su respuesta dio fuerzas a hombres y mujeres de todo el mundo.
En El Álamo de San Antonio, en Texas, en el puente de Golden Gate en San Francisco, en el Loop de Chicago, en el Mardi Gras de Nueva Orleans, o en el Times Squares de Nueva York, todos observamos cuando la esperanza de África emergió de las puertas de la cárcel.

Su estupendo corazón, intacto, su titánica voluntad fuerte y sana.

Las bestias no habían podido lisiarle, como tampoco veintisiete años de cárcel habían podido disminuir su pasión por los derechos de los seres humanos.
Incluso aquí en Estados Unidos sentimos la serena y refrescante brisa de la libertad.

Cuando Nelson Mandela tomó posesión de la Presidencia de su país, donde anteriormente no se le había
permitido siquiera ejercer el voto, nos enaltecimos con lágrimas de orgullo, al ver que los antiguos celadores de Nelson Mandela habían sido por él invitados a sentarse en la primera fila durante su ceremonia de investidura.

Le vimos aceptar el premio mundial en Noruega con la gracia y gratitud de Solón de la antigua Roma, y con la confianza de los jefes africanos sentados en sus antiguos bancos reales.

Ningún sol sobrevive su atardecer, pero saldrá de nuevo y trayendo consigo al alba.

Sí, el día de Mandela ha concluido, pero nosotros, sus herederos, abriremos aún más las puertas de la reconciliación,
y responderemos generosamente al clamor de negros y blancos, asiáticos, hispanos y pobres que viven en penosas condiciones a ras del suelo en nuestro planeta.

Él nos ha dado comprensión,
nosotros aplazaremos nuestro perdón incluso para quienes no nos lo piden.
El día de Nelson Mandela ha concluido, confesamos en voces llorosa, pero alzamos las nuestras para dar gracias.

Te damos las gracias, nuestro Gedeón; gracias, nuestro David, nuestro magnífico y valiente hombre.
No te olvidaremos, no te ultrajaremos. Nos acordaremos y estaremos contentos de que viviste entre nosotros, de lo que nos enseñaste, y de que nos quisiste a todos.

AMY GOODMAN: Maya Angelou, recitando su poema, “Su día ha concluido”, en homenaje al fallecido Nelson Mandela. Ellos se conocieron en 1962, cuando Mandela estaba viajando en secreto a través de África. Puede visitar nuestro sitio web para ver fragmentos de nuestras entrevistas pasadas sobre Nelson Mandela, incluyendo mi entrevista con la cineasta Yoruba Richen acerca de su película, “La tierra prometida”, que ofrece una mirada crítica sobre la reforma agraria y la reconciliación racial en la nuevo Sudáfrica.

Editado por Igor Moreno, Clara Ibarra y Democracy Now! en Español

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