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El presidente Obama solicitó cerca de 3,7 mil millones de dólares para paliar la crisis humanitaria que se está desarrollando en la frontera entre México y Estados Unidos, donde más de 52 mil menores no acompañados permanecen retenidos desde el mes de octubre. Parte del dinero será utilizado para acelerar la repatriación inmediata de los menores, dado que los republicanos afirman que apoyarán el plan con la condición de que este ponga énfasis en la repatriación inmediata. Los republicanos quieren cambiar una ley de inmigración del año 2008 —originalmente aprobada con el apoyo de ambos partidos— que permitiría a Estados Unidos deportar a los menores procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador con la misma rapidez que a los procedentes de México. “Creo que es una vergüenza que en el Congreso de Estados Unidos se vea a algunos legisladores generar temor hacia los niños”, afirma el demócrata Luís Gutiérrez representante de Illinois, que apoya el proyecto complementario de ley de emergencia presentado por el ejecutivo. “Deberíamos estar protegiendo a los niños, no generando temor hacia ellos”.
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