Ilyasah Shabazz y A. Peter Bailey recuerdan a Malcolm X, al cumplirse el cincuenta aniversario de su asesinato

Reportaje24 de febrero de 2015

Mientras Democracy Now! continúa recordando el cincuenta aniversario del asesinato de Malcolm X, nos acompaña su hija Ilyasah Shabazz y su amigo A. Peter Bailey. Ambos estaban en el auditorio del Centro Audubon el 21 de febrero de 1965, el día que Malcolm X fue asesinado a tiros. Shabazz tenía apenas dos años de edad, mientras que Bailey fue uno de los últimos que habló con Malcolm X ese día. Shabazz es organizadora comunitaria, una gran oradora y autora de varios libros, entre ellos la novela para jóvenes adultos “X: A Novel” (La vida de Malcolm X. Una novela) y una autobiografía “Growing Up X” (Crecer como X). Bailey es periodista, escritor y profesor; ayudó a Malcolm X a fundar la Organización de la unidad afroestadounidense y fue uno de los que llevó el féretro. Bailey es autor de varios libros, entre ellos “Witnessing Brother Malcolm X, The Master Teacher” (Ser testigo del hermano Malcolm X, el gran maestro). Shabazz y Bailey analizan las circunstancias en torno al asesinato de Malcolm X y comparten reflexiones personales sobre su vida y su legado.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AARON MATÉ: Seguimos conmemorando el 50 aniversario del asesinato de Malcolm X en Democracy Now! Hoy compartimos la última parte del programa con su hija, Ilyasah Shabazz, y su amigo A. Peter Bailey. Ambos estaban en el auditorio del Centro Audubon el 21 de febrero de 1965, el día que Malcolm fue asesinado a tiros. Ilyasah solo tenía dos años de edad.

AMY GOODMAN: Ilyasah Shabazz es actualmente organizadora comunitaria, oradora motivacional, activista y escritora. Es co-autora del libro para jóvenes adultos “X: A Novel” (La vida de Malcolm X. Una novela), de reciente publicación. Otros libros de su autoría son: “Malcolm Little: The Boy Who Grew Up to Become Malcolm X” (Malcom pequeño: El niño que llegó a convertirse en Malcolm X) y “The Diary of Malcolm X: El-Hajj Malik El-Shabazz” (El diario de Malcom X: El-Hajj Malik El-Shabazz). También ha escrito una autobiografía, en 2003, titulada “Growing Up X” (Crecer como X). Su último artículo para el periódico The New York Times se titula: What Would Malcolm X Think? (¿Qué Pensaría Malcolm X?) Hoy está con nosotros aquí en Nueva York.

Y desde Silver Spring, Maryland, nos acompaña A. Peter Bailey; periodista, escritor y profesor que ayudó a Malcolm X a fundar la Organización de la unidad afroestadounidense y se encargaba de editar su boletín, “BLACKlash”. Bailey fue una de las últimas personas que hablaron con Malcolm X el día de su asesinato y fue uno de los portadores del féretro en su funeral. Es autor del libro: “Witnessing Brother Malcolm X, The Master Teacher” (Ser testigo del hermano Malcolm X, el gran maestro).

Les damos la bienvenida a Democracy Now! Ilyasah, comencemos contigo aunque me imagino que te resulta difícil recordar ese día. Estabas en el auditorio del centro Audubon el 21 de febrero 1965, ¿verdad?

ILYASAH SHABAZZ: Sí. Yo estaba allí con mis dos hermanas mayores, Attallah y Qubilah, y mi madre; fuimos a escuchar a nuestro padre en la confederación de la OAAU. Y yo no…

AMY GOODMAN: ¿En qué fila estaban, según lo que te contó luego tu madre?

ILYASAH SHABAZZ: Sí, sí. Estábamos adelante, frente al escenario. Sí. Y…

AMY GOODMAN: ¿Tienes algún recuerdo?

ILYASAH SHABAZZ: No tengo ningún recuerdo. Pero bueno, todavía no había cumplido tres años. Y yo, cuando estaba escribiendo “Growing up X”, recordé la visita de mi tío Wilfred y recordé estar en el Colegio Malcolm X en Chicago, y también recuerdo su partida. Y ahí tenía poco más de tres años. Y recuerdo estar llorando a todo pulmón. Y hay una historia que me contó mi madre más adelante, que yo despertaba buscando a mi padre. Y bueno, ella reemplazaba esto con galletas, porque solíamos compartir galletas a altas horas de la noche. O sea que solía despertar, cuando nos estábamos quedando en la casa de Peter Bailey, digo, no Peter Bailey, en la casa de Sidney Poitier, me despertaba buscando a mi padre y ella empezó a dejar galletas en la puerta. Así de alguna manera llegué a la conclusión de que, a pesar de que yo era tan joven, seguro que, bueno, el caos y el ruido fuerte, dejaron alguna marca, eso y simplemente recordar que mi padre nunca llegó a casa, o sea, esa falta.

AMY GOODMAN: Peter Bailey, ¿cuáles son sus recuerdos de ese día, dónde estaba, qué ocurrió en el auditorio del centro Audubon de Harlem, el 21 de febrero 1965? A.

PETER BAILEY: Bueno, yo estaba en el centro Audubon y vino el hermano Malcolm, él entró y me pidió que fuera para atrás del escenario, cosa que hice. Y hablamos de varias cosas ahí atrás. Y luego preguntó cuál de nosotros —éramos unas cinco personas allí— preguntó cuál podía reconocer a un ministro la ciudad de Nueva York, que había estado muy involucrado en la lucha por las escuelas en Nueva York. Ese día iba a hablar en Audubon para hacer un pedido de apoyo para conseguir ropa para los niños del hermano Malcolm, que habían sido quemados por la bomba incendiaria arrojada en su casa el fin de semana anterior. Así que dije, bueno, yo lo reconozco, así que me pidió que me quedara adelante, en la pequeña área del vestíbulo que está antes de entrar al auditorio principal, que era enorme, y esperara al reverendo Galamison para llevarlo detrás del escenario.

Así que yo estaba sentado allí, mirando hacia la entrada, oí a Malcolm decir: “Assalamu alaikum” y lo siguiente que oí, bueno, fueron tiros. Me pareció que dispararon más de cien de veces. Más tarde me enteré que no habían sido muchos los disparos, pero sonó como si hubieran sido cien. Y yo, varios de nosotros que estábamos afuera corrimos a un baño que estaba a un lado y cuando cesaron los disparos, corrimos de regreso al auditorio. Entré corriendo por las puertas giratorias del auditorio principal, la gente estaba gritando y chillando, llorando y maldiciendo, había sillas derribadas, mesas volcadas. Y corrí para adentro y salté sobre el escenario. Y Mary Kochiyama, una japonesa estadounidense muy cercana a nosotros, lo sostenía en sus brazos. Su camisa estaba abierta y pude ver los agujeros de bala en su cuerpo. Y recuerdo que pensé: “Se va a morir. Se va a morir. Se va a morir”. Y luego los hermanos trajeron una camilla, lo pusieron en la camilla y lo llevaron hasta el Hospital Presbiteriano de Columbia, que en ese tiempo estaba justo en frente. Y siempre recuerdo que ningún médico del hospital quiso venir al Audubon.

AARON MATÉ: Sr. Bailey, puede usted… A.

PETER BAILEY: Y estaba justo al otro lado de la calle.

AMY GOODMAN: ¿Ningún médico quiso ir? A.

PETER BAILEY: No.

AMY GOODMAN: ¿Por qué? A.

PETER BAILEY: Supongo que es porque tenían miedo.

AARON MATÉ: Bueno, acerca de eso… A.

PETER BAILEY: Así que lo hermanos, literalmente, tuvieron que tomar una camilla, cruzar con ella la calle hacia el Audubon, y poner al hermano Malcolm en la camilla. Pero cuando yo salté al escenario, él todavía no había muerto, estaba jadeando. Yo vi como jadeaba. Así que lo pusieron en la camilla y cruzaron la calle con la camilla hasta el Hospital Presbiteriano de Columbia.

AARON MATÉ: Sr. Bailey, ¿puede contarnos cómo estaba el ambiente, en relación con Malcolm, en ese momento? Recién mencionaba la bomba incendiaria en su casa. Hacía poco que se había distanciado de la Nación, vivía con amenazas constantes, había tenido lo que se considera una especie de evolución política en algunas de sus posturas, o al menos públicamente estaba mostrando un cambio en sus posturas. ¿Cómo era su vida en ese momento? A.

PETER BAILEY: Recibía constantes amenazas de parte de la Nación del Islam. Había gente de la Nación persiguiéndolo y también el gobierno federal. Veras, en general la gente se concentra sólo en la cuestión entre él y la Nación del Islam. Pero el gobierno federal, el FBI, la CIA, estaban muy inquietos porque el hermano Malcolm estaba encarando la internacionalización del movimiento. Por eso la organización que él fundó, la Organización de la Unidad Afroestadounidense, de la que yo era miembro, y editaba de su boletín de noticias, se identificaba como organización de derechos humanos, no de derechos civiles. Y el hermano Malcolm estaba planeando llevar al gobierno de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, por su incapacidad o su falta de voluntad para proteger la vida y la propiedad de la gente negra. Y la mayor parte del último año de su vida, bueno, trabajó por ese objetivo. Y a causa de lo que estaba haciendo, estaba amenazado por individuos de la Nación del Islam y por organismos del gobierno estadounidense. Y creo que el asesinato fue una acción conjunta de estas dos facciones.

AMY GOODMAN: Y Peter Bailey, ya que habla de la ruptura con la Nación del Islam, para la gente joven que tal vez no esté familiarizada con lo que pasó, ¿cómo fue el distanciamiento de Malcolm X con la Nación del Islam? A.

PETER BAILEY: Bueno, el Hermano Malcolm, creo que realmente se dio cuenta que había individuos en la dirigencia de la Nación del Islam que querían mantener, bueno, con la idea de que es mejor controlar una pequeña ¿cómo se dice? Bueno, tener un pequeño estanque que tener que lidiar con algo más grande. Y no les gustaba que él estuviera haciendo contactos con las organizaciones de derechos civiles tradicionales. Y por cierto, esto ocurrió incluso antes de que él saliera. En 1963, hizo una reunión en Harlem a la que invitó a los principales líderes de los derechos civiles. Ellos no fueron. En ese momento, él todavía estaba en la Nación del Islam. O sea que ellos no querían, no les gustaba lo que estaba haciendo en cuando a sus relacionamientos. No les gustaba lo que estaba haciendo en cuanto a querer conectarse más activamente con el movimiento de derechos civiles. Ellos querían mantenerse aislados y esas cosas generaron resentimiento en muchos de ellos.

De modo que comenzaron a tratar de debilitar su imagen ante Elijah Muhammad, que era el líder de la Nación del Islam. Y yo siempre he creído que si Elijah Muhammad no hubiera estado enfermo en esa época, siendo que es más fácil aprovecharse de un líder que está enfermo, él tal vez hubiera llamado al hermano Malcolm y dicho: “Escucha, ¿qué está pasando aquí? Sentémonos a conversar”. Y leí un libro, llamado Patología de Liderazgo, que dice que a veces cuando un líder está enfermo, eso puede tener un efecto muy fuerte sobre los acontecimientos. Y así, los que; y claro, por supuesto, como dije, las agencias gubernamentales estaban ayudando a promover esto. Llamaban a la gente del hermano Malcolm y decían: “Les conviene tener cuidado con la gente de Elijah Muhammad”. También llamaban a la gente de Elijah Muhammad y decían: “Les conviene tener cuidado con la gente de Malcolm X”. O sea que estaban tratando de mantener la brecha abierta. Y había individuos de la dirigencia de la Nación que estaban trabajando para eso, que colaboraban en eso. Y eso es lo que he llegado a darme cuenta y he podido ver después de tantos años.

AARON MATÉ: Ilyasah, ¿cuáles son tus reflexiones acerca del momento que Malcom estaba viviendo? Una de las grandes revelaciones de la película Selma, que sorprendió a muchas personas, es que tu padre fue a Selma a reunirse con Coretta Scott King, cuando el Dr. King estaba en la cárcel.

ILYASAH SHABAZZ: Sí, así fue. En primer lugar, bueno, nuestras familias eran muy cercanas; la familia del Dr. King y la familia de Malcolm. Y ambos estaban buscando formas de luchar contra esta condición humana de opresión. Fue una situación desafortunada…

AMY GOODMAN: Ilyasah, si bien en aquel tiempo, por supuesto, eras demasiado joven, has escrito extensamente acerca de tu padre. Tú has escrito, en este último año escribiste junto a Herb Boyd, coeditaste, “The Diary of Malcolm X” (El diario de Malcolm X). En 1964, tu padre fue a África y fue a La Meca. Explícanos la importancia de ese período. Y también, es muy interesante saber que las familias se conocían entre sí; la familia del Dr. King y la tuya, aunque se ha hablado mucho de la ruptura entre tu padre y el Dr. King. Pero tú dices que había algo más en juego.

ILYASAH SHABAZZ: Bueno, sí, nuestras familias estaban muy cerca. Pero bueno, debe haber sido muy movilizante para mi padre descubrir que la Nación del Islam no era lo que él pensaba que era, que había sacrificado tanto de su vida, que había dedicado tanto a esta organización que él creía que era la mejor organización para ayudar a la gente negra a liberarse, reivindicar su historia y tanto más. Entonces bueno, descubrir que la organización no era lo que él que pensaba, debe haber sido muy devastador. Y tuvo la suerte de poder ir y hacer su peregrinación, y bueno, ser tratado como un ser humano. O sea, muchas veces nos olvidamos de cómo era el clima social en la década de 1960. Y por eso, haber podido ir a este lugar sagrado y ser tratado como un igual, o sea, ser tratado como un hombre, cosa que no sucedía aquí en Estados Unidos. Y creo que eso es realmente algo que olvidamos, parece que olvidáramos el clima social que se vivía en los 60, que es contra lo que lucharon mi padre y el Dr. King, y tantos otros.

AMY GOODMAN: ¿Qué tienes para decirle a la gente joven? O sea, escribiste la novela; la llamaste: “X: A Novel” (La vida de Malcolm X. Una novela). ¿Por qué decidiste que fuera sea una novela?

ILAYSAH SHABAZZ: La ficción histórica acerca al joven lector, bueno, lo lleva junto a Malcom en su viaje de autodescubrimiento. Él estaba sufriendo por la pérdida de su padre.

AMY GOODMAN: ¿Qué pasó con su padre?

ILYASAH SHABAZZ: Su padre, bueno, su padre fue un gran activista, y su madre también. Y él era garveyista. Era el presidente…

AMY GOODMAN: Seguidor de Marcus Garvey.

ILAYSAH SHABAZZ: Sí. De hecho, era el presidente del capitulo de Milwaukee, que era donde vivían en el Medio Oeste. Y cuando Marcus Garvey fue arrestado, le escribió una carta al presidente Coolidge. Y bueno, cuando lees esa carta que él escribió para el presidente, puedes ver a su hijo, Malcolm X, o sea, cuando dice: “Le sugiero que libere a este estimado hombre de la cárcel. Él no cometió ningún delito. Y si lo deja salir, usted estará en la gracia de Dios, del pueblo y de la historia”. Y no mucho tiempo después, el presidente Coolidge lo liberó de la cárcel. Así que se ve la clase de padre que Malcolm tenía, o sea, tanto su padre como su madre contribuyeron a esta formación, el desarrollo de lo que fue Malcolm. Entonce me pareció importante escribir primero el libro para niños, porque promueve el amor propio y el liderazgo en los niños, y luego escribir “X: The Novel” que lleva al joven lector a través del camino de Malcolm, en una época de dolor, a veces llevando una vida de auto-destrucción, con comportamientos autodestructivos. Así que la gente joven, que vive situaciones difíciles, puede ver que, al final, al crecer él se convirtió en uno de los más grandes estrategas políticos de nuestro tiempo.

AARON MATÉ: Sr. Bailey, el lugar donde fue asesinado Malcolm X, el auditorio del centro Audubon, es ahora un centro en su nombre y el de su esposa, Betty Shabazz. Ahora, 50 años después de su muerte, ¿cómo querría que recordemos a Malcolm X? A.

PETER BAILEY: Quiero que sea recordado como un líder sabio; como un hombre que, en un momento en que el terrorismo de la supremacía blanca era desenfrenado —entre 1955 y 1965— tuvo el valor suficiente para enfrentarse a eso; como un hombre que promovía el conocimiento; como un hombre que entendió que había un mundo a nuestro alrededor, que no existía sólo Estados Unidos, sino que había todo un mundo del que éramos parte, y por eso estaba buscando internacionalizar el movimiento y conectar el movimiento contra el terrorismo de la supremacía blanca con el el movimiento contra el colonialismo, especialmente en el continente africano. O sea, fue un maestro. Por eso cuando hablo de él, especialmente con gente joven, siempre me refiero a él como el gran maestro. Y no hay miembro más importante para una comunidad que un gran maestro. Él nos enseñó. Cuando la gente pregunta: “¿Qué es lo que hizo?”, yo digo que nos cambió la mentalidad. Nos dio una percepción para mirar el mundo, el país y el mundo. Nos enseñó la importancia de hacer investigación y hablar, no sólo decir lo primero que se te viene a la cabeza, sino basándonos realmente en los hechos. Él solía decir: “Sé que cuando voy y hablo en diferentes lugares, va a haber gente en la audiencia cuya única razón de estar allí es pescarme en algún error. Así que no les voy a dar esa oportunidad”.

AMY GOODMAN: Peter Bailey, tenemos que ir a una pausa ahora, pero vamos a continuar esta conversación con usted y con Ilyasah Shabazz, y lo publicaremos en nuestro sitio web, democracynow.org.


Traducido por Rosario Vega. Editado por Verónica Gelman y Democracy Now! en Español

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