Representantes de varios países del mundo están reunidos hoy en Tailandia para hablar de la crisis de migrantes en el sudeste asiático. En las últimas semanas, alrededor de 3.500 migrantes llegaron a Tailandia, Indonesia y Malasia, mientras que se estima que otros 2.600 están en el mar a la deriva. La mayoría de los migrantes son bengalíes y miembros del grupo étnico musulmán rohingya de Birmania, que son perseguidos y apátridas debido a que en Birmania no son considerados ciudadanos. La secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos Anne Richard instó a que haya mayor cooperación internacional para abordar la crisis.
Anne Richard: “Debemos salvar vidas de inmediato. Debemos lograr mejores formas de discutir y reunirnos con respecto a estos temas y adoptar medidas cuando las personas salen al mar en botes. Debemos analizar las causas profundas que llevan a las personas a sentir que no tienen otra alternativa que abandonar sus propios países y aventurarse en un viaje tan peligroso”.