Bernie Sanders: “me dejó atónito” la censura de los medios concentrados durante las primarias demócratas

Reportaje29 de noviembre de 2016

Cuando el senador de Vermont Bernie Sanders lanzó su campaña por primera vez, los medios hegemónicos en Estados Unidos se referían a él como un candidato periférico y, en gran medida, ignoraron su campaña. Pero durante las primarias del Partido Demócrata, el candidato independiente y autodenominado socialista impresionó a todo Estados Unidos al ganar 22 estados y obtener el compromiso del 45 por ciento de los delegados en su competencia con Hillary Clinton, que había empezado su campaña con el apoyo de todo el establishment del Partido Demócrata. Muchos simpatizantes de Sanders ahora se preguntan si él hubiera sido mejor candidato para enfrentar a Donald Trump en la elección general. El lunes a la noche, Amy Goodman entrevistó al senador de Vermont Bernie Sanders en vivo ante una audiencia, en la Biblioteca Pública de Filadelfia. Sanders habló de los medios concentrados, las primarias del Partido Demócrata y cuándo empezó a sentir “the bern”.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Volvemos a mi entrevista con el ex candidato presidencial y senador por Vermont, Bernie Sanders. Conversamos ayer por la noche en la Biblioteca Libre de Filadelfia.

AMY GOODMAN: Eras considerado un candidato periférico. Tal vez incluso tú mismo te considerabas un candidato periférico. ¿Cuándo fue el momento en que realmente comenzaste a sentir el fuego, el “Bern”?

SEN. BERNIE SANDERS: Bueno, te cuento. Esto es lo que me pasó, o sea, estos han sido dos años de locos. Pero bueno, lo que me pasó es, mira, yo no nací ayer y no empecé, o sea, no me metí en política hace dos años nada más. Hace 25 años que represento al estado de Vermont en el Congreso. He sido alcalde de la ciudad de Burlington durante ocho años, donde me tuve que enfrentar tanto a los demócratas como a los republicanos para ganar la elección. Y bueno, sabía que nuestro mensaje… ya lo había visto en Vermont. Vas a las zonas rurales donde, por cierto, la gente no está necesariamente a favor del aborto legal, donde quizás no les entusiasma demasiado la idea del matrimonio homosexual, donde algunos creen y otros no que el cambio climático es algo real. Pero sin duda es gente que está harta y cansada de tener que sostener dos o tres trabajos, de no poder mandar a sus hijos a la universidad, de estar preocupados por sus propios padres. Eso es lo que yo reconocí, bueno, en Vermont. Y creí que ese mensaje que había resonado en Vermont… y gané mi última elección en Vermont hace cuatro años, con el 71% de los votos. Y para mí no había nada que hiciera a Vermont diferente del resto del país.

Pero lo que me terminó de… para responder tu pregunta, lo que ocurrió fue que, antes de decidirme a ser candidato —el libro lo cuenta con bastante detalle— salimos a recorrer el país. Y lo hicimos, o sea, honestamente, los políticos siempre dicen: “Bueno, la gente pidió que me presentara a elecciones”, pero, o sea, ya habían tomado la decisión de presentarse. Pero la verdad es que yo no sabía qué iba a hacer. ¿Cómo respondería la gente a nuestro mensaje? Bueno, nunca me voy a olvidar. Estábamos… era una hermosa tarde de domingo en Los Angeles; tal vez el clima sea siempre hermoso allí, no sé. Pero de todos modos, estaba… y yo pensaba que nadie iba a ir al acto. Teníamos el salón del sindicato de músicos. Y hubo 500 personas saliendo a decir: “Preséntate, Bernie, sé candidato”. Estábamos en Minneapolis -esta es una historia divertida, que también contamos en el libro Y bueno, no conocíamos bien Minneapolis. Así que estábamos dando vueltas con el auto. De repente vemos una larga fila de gente, y le digo al hombre que iba a mi lado: “Me pregunto de quién será el concierto”. Pues bien, resulta que había 7.000 personas reunidas allí para nuestro acto. Esto fue al principio.

Y lo que empezamos a ver con nuestras convocatorias, la concurrencia que tenían nuestros actos, es que cada vez más gente quería venir, había cada vez más entusiasmo, más gente trabajando, más gente joven. Esta gente me hizo saber, de mil maneras distintas, que estaba más que harta de la clase dirigente, tanto a nivel político como económico. Que la gente quería un cambio verdadero. Y te diré, a medida que avanzaba la campaña, que hubo momentos impresionantes y sobrecogedores, como estar caminando en un escenario, como por ejemplo en Portland, Oregon, donde los Trail Blazers juegan para la NBA, y mirar hacia fuera y ver 28.000 personas en un acto en Portland; 25.000 personas en Seattle, 27.000 en Los Ángeles. De modo que la gente estaba empezando a participar. Se estaba corriendo la voz. Y era especialmente gratificante ver tanta belleza en los rostros de la gente joven que quiere un cambio real en este país.

AMY GOODMAN: Y sin embargo, allí sólo te escuchaba la gente que estaba en la sala, la gente de cada lugar. Tú tenías una convocatoria mayor en tus actos que cualquier otro candidato, incluso que Donald Trump, sin duda una convocatoria mucho mayor que la de Hillary Clinton. Pero lo que tuvo Donald Trump que tú no tuviste, fueron los medios de comunicación. Y bueno, los dueños de los medios de comunicación han repetido eso una y otra vez. Eso de: “Él es bueno para nosotros”. O sea, no fue sólo Fox. Todos los canales de televisión le dieron plena cobertura a Trump.

SEN. BERNIE SANDERS: Claro, así fue.

AMY GOODMAN: Él no necesitaba viajar, sino que lo metían directamente en los hogares de todo el país.

SEN. BERNIE SANDERS: Totalmente.

AMY GOODMAN: El 15 de marzo, día conocido como “Súper Martes 3”, Rubio dio su discurso y Ted Cruz dio su discurso, Clinton dio su discurso, y a Donald Trump se lo esperó media hora para que diera su discurso. Y los medios mostraron el podio vacío, como a menudo lo hacían. De hecho, ese podio vacío a la espera de que Trump empezara a hablar, tuvo más tiempo de aire que cualquiera de tus discursos. Eso es lo que… esa noche hablaron todos los candidatos de las primarias. Y los medios emitieron todos sus discursos completos. Y no pasaron ni una palabra de tu discurso. Tú estabas en Phoenix, Arizona, hablando para muchísima más gente que cualquiera de los otros candidatos Ni siquiera mencionaron donde estabas. SEN.

BERNIE SANDERS: Ojalá pudiera decirte que estás equivocada. No, no, Amy está hablando de algo… y eso nos lleva al libro. A mí me dejó atónito. O sea, bueno, cuando uno está en el medio de la campaña no se pone a analizar estas cosas, o a darle mucha vuelta. Pero resulta que desde el 1 de enero de 2015, creo, hasta noviembre de 2015, el noticiero de la tarde de la cadena ABC nos dio en total 20 segundos de aire.

AMY GOODMAN: Oh, ¿qué fue lo que te hizo merecer tanta atención mediática?

SEN. BERNIE SANDERS: Y no nos fue mucho mejor con los otros canales, como ser NBC o CBS, realmente. Esa es la pura verdad. Y hay un par de cuestiones. Creo, corrígeme si me equivoco, Amy, pero creo que el tipo que dirige la CNN dijo: “Ey, Trump ha sido fantástico para nosotros”. O sea, dijo eso, literalmente. “Trump nos trae enormes beneficios”. Entonces lo que hay que señalar es que nosotros tuvimos la desgracia de realmente intentar hablar de los problemas que se viven en Estados Unidos y buscar soluciones verdaderas. Trump tuiteaba sobre lo feos o malos, o desagradables o terribles que eran sus oponentes, usando términos muy feos. Eso es perfecto para los medios de comunicación. Esa es una gran cita de 12 segundos para reproducir al aire. Pero hablar del empobrecimiento de la clase media o de los enormes niveles de ingreso y de desigualdad en la distribución de la riqueza que tenemos, eso lleva más de 12 segundos. Y por otro lado, no es algo que interese terriblemente a los medios, para decir la verdad.

AMY GOODMAN: Fue Les Moonves, director de la CBS, quien dijo: “Puede que no sea bueno para EE.UU., pero es bueno para nosotros”.

SEN. BERNIE SANDERS: ¿La CBS?

AMY GOODMAN: CBS.

SEN. BERNIE SANDERS: Bueno, creo que alguien de CNN dijo algo parecido. Porque si uno sale a decir cosas escandalosas, eso es lo que da de comer a la CNN. De eso viven. Porque luego pueden sacar a otra persona diciendo: “¿Escuchaste lo que dijo? Dios mío, es terrible”. Y así sucesivamente. Y esa es su cobertura mediática. Otra cosa. Durante la campaña para las elecciones primarias, alguien —creo que fue la escuela de medios de comunicación Shorenstein, de la Universidad de Harvard, hizo un estudio sobre el tema. Analizaron la cobertura mediática y y señalaron que alrededor del 90% del material presente en los medios durante las elecciones primarias -y no creo que haya cambiado durante las elecciones generales— estaba centrado en este tipo de cosas, chismes, habladurías. Un 10% de la cobertura se centraba en los temas de campaña, lo que me sorprendió. No hubiera creído que llegara a un 10% la atención que se prestó a los problemas sociales, pero bueno…


Traducido y revisado por Verónica Gelman y Democracy Now! en Español.

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