En Filipinas, campesinos del sur piden justicia luego de que la policía abriera fuego contra manifestantes desarmados, provocando así la muerte de al menos tres agricultores y heridas a decenas más. Al menos 6.000 campesinos cortaron una autopista en la ciudad de Kidapawan, al sur del país, en demanda de que el gobierno proporcione arroz, ya que las condiciones extremas provocadas por El Niño han destruido su cosecha. El viernes, la policía intentó desarticular el cierre disparando contra los campesinos que tenían sus brazos entrelazados para formar una barrera humana. La campesina Noralyn Laus efectuó declaraciones después de los disparos.
Noralyn Laus expresó: “No vinimos hasta aquí para causar problemas. Solo queremos pedir arroz ante esta situación en la que El Niño está sembrando el hambre en nuestras comunidades. Lo que pasó ayer no lo iniciamos nosotros. Lo empezaron ellos, golpeándonos. No estarían enojados si no nos hubieran golpeado o atacado. Estamos atravesando una crisis. No tenemos nada que comer ni cosechar. Nuestras plantas se marchitaron. Hasta nuestra agua se ha secado”.