Las trabajadoras agrícolas, domésticas y de sectores de bajos salarios enfrentan serios problemas al denunciar el acoso sexual

Original en Español21 de diciembre de 2017
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    La exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres poderosos, como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein, ha abierto el espacio para que millones de personas compartan sus historias de acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son vulnerables a este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son figuras públicas son más propensas a sufrir represalias cuando denuncian a sus abusadores. Analizamos cómo el abuso sexual es también algo común en los sectores de bajos salarios, como la industria agrícola, los servicios de limpieza de hoteles, o el sector doméstico, donde los puestos de trabajo son ocupados de forma desproporcionada por mujeres de color y mujeres inmigrantes, quienes son extremadamente vulnerables a al acoso y la violencia sexual. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de Campesinas de Estados Unidos.

    AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh.

    NERMEEN SHAIKH: El 6 de diciembre, la revista Time anunció que la “Persona del año 2017” son un grupo de mujeres que se pronunciaron en contra del acoso y abuso sexual, dando inicio a un movimiento internacional. El grupo ha sido catalogado como “las mujeres que rompieron el silencio”, e incluye a actrices de Hollywood, periodistas, trabajadoras agrícolas y limpiadoras de hotel. El anuncio de la revista Time se produjo después de que el presidente Trump afirmara que él mismo estaba entre los seleccionados para ser la “Persona del año” de la revista Time. El presidente Trump has sido acusado de acoso sexual por al menos 16 mujeres.

    AMY GOODMAN: La exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres poderosos, como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein, ha abierto el espacio para que millones de personas compartan sus historias de acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son vulnerables a este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son figuras públicas son más propensas a sufrir represalias cuando denuncian a sus abusadores. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de Campesinas de Estados Unidos. Mily es una ex trabajadora agrícola y organizadora sindical de la Unión de Campesinos-United Farm Workers. En el artículo de la revista Time sobre el acoso sexual se cuenta la historia de Isabel Pascual, aunque ese no es su nombre real, es un pseudónimo que la mujer uso por miedo a represalias. Isabel Pascual buscó ayuda en la organización en la que trabaja Mily. ¿Nos puede hablar de la historia de Isabel?

    MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Sí. La historia de Isabel Pascual, como sabemos es un nombre anónimo, trata de una trabajadora del campo que no es la primera vez que le pasa pero esta fue su experiencia más fuerte. Durante el trabajo, uno de los trabajadores empezó a acosarla pero al rechazar sus propuestas y cumplidos, él empezó a decir que ella estaba saliendo con él, que era su novia. Ella, habiéndose separado de su esposo recientemente, eso le estaba creando más problemas y a la vez esta persona seguía acosándola en el trabajo. Ella se quejó y la compañía solamente la movió a otra parte, a otra cuadrilla, dentro de la misma compañía, pero permitió que el abusador trabajara en la cuadrilla donde ella estaba. Ella seguía con miedo porque él la amenazó diciendo que si ella decía algo acerca de los abusos, él iba a hacerle daño a sus hijos, y ella viviendo sola y teniendo hijos, eso aumentó su miedo. Hasta que no habló con nosotras y le dijimos: “Mira, tú tienes el derecho de quejarte y exigir a la compañía que te den seguridad”. Y cuando se quejó solamente la volvieron a mover a otra cuadrilla, y aunque no ha visto al abusador, él empezó a acosarla fuera del trabajo, entonces lo que hicimos nosotras fue decirle a Isabel que ella tenía derecho a hacer una queja en la corte. Ella tiene miedo ya que su familia viene de una comunidad indígena de México, y la comunidad en dónde viven ahora es muy chica, y se le está creando un sentimiento de vergüenza, echándole la culpa a ella y diciéndole que no haga nada. Nosotras la estamos apoyando para ayudar a explicarles a los familiares y a la gente cercana que ella no está causando el problema, sino que es la otra persona la que lo está causando. Y ahora sus amigos están empezando a apoyarla, pero fue muy difícil para ella. Ella está contenta que no fue violada, aunque casi llega a ese punto, así que la hemos ayudado a que no tenga este problema por el momento. Este es uno dentro de los muchos casos que podemos contar en donde las mujeres han tenido experiencias aún peores, donde han sido ultrajadas, violentadas y cuando vienen a nosotros ya ha pasado algún tiempo, pero hemos tratado de exigirle a las agencias del Gobierno que pongan más atención, que les den más apoyo, que estén mejor preparadas para que la gente de nuestra comunidad pueda ayudar a estas mujeres a que tengan la confianza necesaria para presentar una queja con la seguridad de que se les va a apoyar, de que se va a hacer algo, de que se va a presionar a la compañía para que les brinden seguridad a sus trabajadores.

    NERMEEN SHAIKH: Mily, ¿cuáles son los cambios que deben ocurrir en la comunidad de campesinas, y en las comunidades en general, para facilitar que mujeres como Isabel Pascual, u otras víctimas de incidentes de violencia sexual aún peores, puedan hacer sus denuncias?

    MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Hemos batallado mucho para asegurarnos de que las mujeres se sientan en confianza en nuestras comunidades para poder hablar sobre la situación del acoso. El acoso está conectado con la sexualidad y con hablar acerca de sexo, son tabúes que existen en nuestra comunidad, y hay muchos mitos de que la mujer es la culpable de este problema y que exageramos estas situaciones, se cree que los hombres nos hacen un favor al fijarse en las mujeres. Lo que estamos tratando de hacer es crear teatros y proyectos que ayuden, como el proyecto Bandana, que fue creado hace varios años por Mónica Ramírez, quien es ahora la presidenta de Alianza, en donde desde hace casi diez años empezamos este proyecto en el cual le pedimos a la gente de nuestra comunidad que diseñen las bandanas blancas con ejemplos o mensajes que hablen acerca del problema del acoso sexual. ¿Qué derechos tienen las mujeres? y lo que hemos logrado es que las mismas mujeres empiecen a sanar y a hablar, ya sea por medio del teatro, donde ellas mismas son las que están ayudando a platicar de lo que ven en el teatro es algo que es malo, que ellas necesitan más apoyo, y de qué manera pueden tener opciones, o saber dónde están los programas, quién las puede apoyar. Y eso está abriendo el diálogo que buscábamos. También necesitamos asegurar que las políticas y las regulaciones que se están tratando de crear sean también monitoreadas por las agencias que están encargadas, porque a veces tener muchas regulaciones no es suficiente sin investigaciones y monitoreos. Además es importante tener agencias que estén bien preparadas para dar el servicio apropiado, dentro del contexto de cómo se vive en estas comunidades y tomando en cuenta la cultura de nuestra gente.

    AMY GOODMAN: Mily Treviño-Sauceda, su organización, la Alianza Nacional de Campesinas, le escribió una carta a las mujeres de Hollywood que rompieron el silencio y denunciaron el acoso sexual y el abuso en esa industria. ¿Nos puede contar qué decía esa carta?

    MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Nosotras quisimos enviar una carta a las actrices, actores y modelos que sabíamos que también estaban pasando por lo mismo en su industria, porque nos dimos cuenta que también a ellas les pasaba y no nos sorprendió, porque nos pasa a nosotras aunque estamos muy aisladas y lejos, y nos dimos cuenta que esto se ha dado porque hemos creado ese privilegio para ciertas personas, en la mayoría de los casos hombres, que permite que crean que pueden tratar a una mujer como quieran, de una manera que ellos creen correcta, pero que en realidad supone un abuso. Ellos piensan que la mujer es un objeto. Lo que nosotras sabemos que se necesita hacer es apoyar a las mujeres para que puedan hablar y contar lo que les está pasando, y que sepan que hay organizaciones como la nuestra. Existen 15 organizaciones dentro de Alianza Nacional de Campesinas que nos hemos unido, siendo Líderes Campesinas la pionera de esta organización nacional por 25 años, durante los que hemos tratado de darle visibilidad a este problema, y hemos creado capacitaciones para nuestras miembros. Y cuando hemos organizado a mujeres en 11 regiones alrededor de California, nos dimos cuenta que las mujeres están mejor preparadas teniendo la información de dónde pueden encontrar recursos, sabiendo cuáles son las regulaciones, cuáles son las agencias que deben de estar monitoreando, representando y demandando para darles seguridad y un mejor espacio para la mujer en el trabajo. Estamos tratando de compartir toda esta ayuda e información alrededor de nuestras organizaciones para que todas sepamos que esto sí está funcionando. Además, lo que necesitamos es asegurar que haya fondos que nos permitan capacitar a más mujeres, apoyar a más mujeres y hacerles saber que estamos aquí, no estás sola, tienes opciones, hay agencias y regulaciones, tienes derecho y el asalto sexual es un crimen, no está bien que te acosen, el ser indocumentada no quiere decir que no tienes derechos, al contrario, el ser humano tienes el derechos elementales.

    NERMEEN SHAIKH: Mily, usted es la cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas. ¿Nos puede contar su propia historia y qué la llevó a formar su organización?

    MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Mi historia tiene mucho que ver con que yo vengo de una familia migrante, campesina, de 10 hijos e hijas, algunos nacimos en el estado de Washington, otros en el estado de Idaho y otros en México. Después nos mudamos al estado de California hace casi más de 40 años. La situación de nosotras, las mujeres campesinas, en una industria donde la trabajadora no tiene visibilidad, se ha creado porque estamos muy lejos de todo. Nuestros trabajos están a kilómetros de los pueblos y las ciudades con recursos. Entonces no conocemos todo esto. La creación de la Alianza Nacional comenzó con la creación de una organización pequeña en California que se transformó en una organización estatal, en donde nosotras las mujeres empezamos a crear cuestionarios preguntándonos unas a otras: ¿cuál es nuestra situación en nuestro entorno laboral?. Y lo que conocimos a través de esas encuestas en que la violencia contra la mujer era un problema muy grave. Un problema en el cual nosotras necesitábamos involucrarnos, sin esperar que alguien más viniera a salvarnos, nosotras teníamos que organizarnos. Eso sirvió para que nosotras, a través de los años, empezáramos a buscar programas de apoyo a las mujeres. Esta fue una tarea muy larga, porque al principio no creían que mujeres campesinas, muchas de nosotras sin educación, fuéramos inteligentes sin haber ido a la escuela. Eso no nos detuvo, organizamos a más mujeres, hablamos, y en grupos creamos estrategias para poder ir a hablar con las agencias y las personas con las que necesitamos hablar, como los congresistas, para poder convencerlos de que las regulaciones que existen son muy pobres, que necesitamos más apoyo. Y las agencias que existen necesitan hacer mejor su trabajo. A través de los años empezamos a conocer a más mujeres, cuando íbamos a conferencias alrededor de Estados Unidos, y nos dimos cuenta que había muchas mujeres que estaban interesadas en hacer lo mismo que estábamos haciendo en California y que ya estaban haciendo algo de trabajo en sus comunidades para combatir los problemas que enfrentamos como mujeres y hablar más sobre lo que es la violencia contra la mujer, que es un tema del que casi no se hablaba, y nosotras hemos podido ayudar, organizando esta alianza, para darles a las mujeres, no solamente más visibilidad, sino capacidad de exigir mejores regulaciones a nivel nacional, mejor abogacía, para poder parar estas situaciones y promover que hayan mejores normas, que apoyen a nuestra gente, y que nosotras seamos más visibles. Si somos más visibles se nos mira más como seres humanos.

    AMY GOODMAN: Mily, quiero darle las gracias por haber estado con nosotros. Mily Treviño-Sauceda es cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas, ex trabajadora agrícola y miembro del sindicato Unión de Campesinos, y se ha comunicado con nosotras desde Palm Springs, en California. Una de las mujeres que aparece en la portada de la edición de la revista Time sobre la “Persona del año” titulada “Las mujeres que rompieron el silencio” es una mujer a quien la revista llama Isabel Pascual, una recolectora de fresas e inmigrante mexicana que buscó ayuda en la organización de Mily. Mily Treviño-Sauceda acaba de ganar un premio a la creatividad de las mujeres y la vida rural otorgado por la Women’s World Summit Foundation por su enfoque creativo para ayudar a las mujeres campesinas a comprender y enfrentar sus desafíos diarios. Esto es Democracy Now!, soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Para ver nuestra conversación en inglés sobre el acoso y violencia sexual con Mily y otras invitadas, visite nuestro sitio web, democracynow.org.

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