El gobierno de Donald Trump afirmó el jueves que aplicará leyes federales que prohíben el uso de marihuana, lo que implica dar marcha atrás con la política promulgada por el gobierno de su predecesor, el expresidente Barack Obama, mediante la cual se otorgó libertades a los estados para determinar sus propias leyes al respecto. El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó que el gobierno de Trump daría prioridad a la aplicación de estas leyes en los estados que hayan aprobado normas que permiten el uso recreativo –no el medicinal– de la droga.
Sean Spicer sostuvo: “Pero creo que el Departamento de Justicia encabeza este tema. Es algo que deberían consultar con ellos. Pero creo que continuarán aplicando las leyes aprobadas con respecto a la marihuana recreativa”.