El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que no cooperará con la investigación que lleva adelante el Congreso para destituirlo, empujando a Estados Unidos hacia una crisis constitucional. La Casa Blanca anunció su decisión en una carta de ocho páginas dirigida a los líderes demócratas de la Cámara de Representantes, en la que calificó la investigación de partidista e inconstitucional.
La carta llegó pocas horas después de que el Gobierno de Trump ordenara a un testigo clave en la investigación del juicio político —el embajador Gordon Sondland— que no compareciera a testificar tras la citación del Capitolio. Trump tuiteó: “Lamentablemente él estaría testificando ante un tribunal totalmente amañado y de dudosa reputación”. Los mensajes de texto entregados al Congreso revelan que Sondland ayudó a mediar en las conversaciones entre las autoridades ucranianas y el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, con el objetivo de que el presidente ucraniano le prometiera investigar a Joe Biden y a su hijo, a cambio de dar luz verde a cientos de millones de dólares de ayuda militar estadounidense que Trump había suspendido temporalmente.
En el Capitolio, Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que el martes los demócratas emitirán una citación ordenando a Sondland a que comparezca ante el Congreso, y que entregue los mensajes electrónicos relacionados con la investigación. Schiff dijo que la decisión de la Casa Blanca de no colaborar con la investigación para la destitución del presidente es otra prueba de obstrucción a la justicia.
El congresista Adam Schiff dijo: “Esta es una de las pocas investigaciones de destitución en la historia de nuestro país, que esencialmente busca saber si el presidente abusó de su cargo para buscar ayuda política en su campaña de reelección y si lo hizo en detrimento de la seguridad de nuestra nación, coaccionando efectivamente a un país que ha sido invadido por Rusia para que investigue a un rival y condicionando la relación entre ambos países a que estuvieran dispuestos a jugar bajo unas reglas impuestas por el presidente”.
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