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El martes, el gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp promulgó una ley de prohibición del aborto en embarazos de más de seis semanas; se trata de la llamada “ley de latido fetal”, que prohíbe el aborto una vez que es posible detectar el latido cardíaco del feto, algo que normalmente ocurre en las primeras seis semanas de embarazo, antes de que muchas mujeres sepan incluso que están embarazadas. Actualmente, es una de las leyes más restrictivas sobre aborto en Estados Unidos. “No dice directamente que el aborto sea ilegal, pero básicamente permitiría que las mujeres sean procesadas y condenadas a muerte o cadena perpetua en Georgia”, dice la expresidenta de Planned Parenthood Cecile Richards.
Para conocer más sobre el tema, vea (en inglés) nuestra conversación con Richards, que además señala que la verdadera crisis de salud de las mujeres, tanto en Georgia como a nivel nacional, es la mortandad materna.
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