El sábado, activistas japoneses estadounidenses y sobrevivientes de los campos de internamiento estadounidenses participaron en un acto de desobediencia civil en las afueras de la base militar de Fort Sill, en el estado de Oklahoma, donde el Gobierno de Trump planea detener indefinidamente a 1.400 menores solicitantes de asilo e inmigrantes a partir del próximo mes. Fort Sill fue utilizado como campo de internamiento para japoneses estadounidenses en 1942. Estas son las palabras de Michael Ishii, quien ayudó a organizar la protesta del sábado.
Michael Ishii: “Estoy aquí, como descendiente [de los sobrevivientes de los campos de internamiento], para apoyar a mis mayores que han venido a dar testimonio y elevar sus voces colectivas en oposición a la detención masiva”.