En el estado de Nuevo México, en Estados Unidos, se dejó sin efecto la orden de expulsión de un hombre iraquí que desde 2017 se había refugiado en una iglesia de la ciudad de Albuquerque para evitar ser deportado, y su caso volverá a ser examinado, lo que le permitirá trasladarse libremente por primera vez en dos años. Kadhim Albumohammed arribó como refugiado en Estados Unidos en 1994 y trabajó como lingüista para las fuerzas militares estadounidenses entre 2004 y 2009. En 2017, Irak acordó readmitir a un pequeño número de ciudadanos residentes en Estados Unidos a cambio de que el país fuera removido de la prohibición de viajar impuesta por Trump a países de mayoría musulmana.
Albumohammed se unió a una demanda colectiva que impidió la deportación de 100 iraquíes, pero se mantuvo refugiado para evitar ser detenido lejos de su familia. La abogada de Albumohammed, Rebecca Kitson, anunció la noticia y agradeció ayer a las personas que dieron su apoyo en la Iglesia de Albuquerque.
Rebecca Kitson: “Se necesita el esfuerzo conjunto de toda una comunidad para poder lograr esto. La gran comunidad de los miembros demandantes en el caso Hamama y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles de Michigan también fueron realmente instrumentales en esto. Son un grupo maravilloso e incansable de defensores. Y sí, solo espero que esto traiga luz al corazón de aquellos que todavía se encuentran refugiados, sabiendo que la lucha continúa y que a veces uno resulta vencedor”.
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