El lunes 12 de agosto en el aeropuerto internacional de Hong Kong se cancelaron todos los vuelos que debían salir. Reinaba el caos después de que miles de manifestantes a favor de la democracia colmaran el aeropuerto para protestar contra la brutalidad policial. Muchas personas finalmente abandonaron el aeropuerto por temor a las amenazas de mayor represión policial, pero cientos de activistas permanecen en el lugar. La escalada más reciente se produce un fin de semana después de los enfrentamientos sangrientos entre la policía y los manifestantes. Los enfrentamientos se tornaron particularmente violentos el domingo 11 de agosto a la noche cuando la policía antidisturbios arrojó gases lacrimógenos dentro de una parada de subte y golpeó a los manifestantes con bastones, tal como se ve un video. Mientras tanto, Beijing aumentó la retórica contra los manifestantes y un funcionario chino dijo que las acciones muestran signos de “terrorismo”. Hace diez semanas empezaron las manifestaciones masivas en Hong Kong, millones de personas salieron a la calle para exigir el retiro de un proyecto de ley de extradición que hubiera mandando a personas de Hong Kong a China continental para enfrentar cargos penales. Se multiplicaron rápidamente las protestas para exigir la renuncia de la líder de Hong Kong, Carrie Lam, una investigación independiente de la brutalidad policial contra los manifestantes y reformas a favor de la independencia.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Mary Hui. Hui es periodista de Quartz, un medio de noticias comerciales, y ha estado cubriendo las manifestaciones masivas durante más de dos meses.
Inicio