En la ciudad de Tacoma, en el estado de Washington, la agrupación en favor de los derechos de los inmigrantes La Resistencia informa que al menos siete reclusos en el Centro de Detención del Noroeste iniciaron una huelga de hambre luego de la presunta agresión sufrida por un recluso de 19 años de edad esta semana, en la que un guardia habría apoyado su rodilla sobre el cuello del adolescente. Según la agrupación, se puso a por lo menos otras cuatro personas en confinamiento solitario en represalia por condenar públicamente el ataque, incluido un recluso de 62 años que padece de cáncer y otros problemas de salud graves. Esto ocurre al tiempo que la población carcelaria continúa luchando por su liberación durante la pandemia. Estas fueron las palabras expresadas por Gaby Parra Pérez, una de las reclusas en huelga de hambre, desde el Centro de Detención del Noroeste, donde ha estado encarcelada durante casi un año.
Gabriela Parra Pérez: “Quiero que me pongan en libertad para poder enfrentar esta situación con mi familia. A los 26 años, no debería tener el colesterol alto. No debería tener la mitad de los problemas médicos que tengo solo por haber estado aquí. No es obligatorio que estemos aquí. La mitad de las personas que todavía siguen aquí adentro no tienen ni un solo antecedente penal. Otros han vivido en Estados Unidos durante más de 20 o 25 años. Más allá de lo que haya dicho un juez, el Servicio de Inmigración tiene la capacidad de dejarnos ir a todos”.
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