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Estados Unidos pone fin a su presencia militar en Afganistán después de 20 años de ocupación y guerra. El equipo de Costs of War Project (Proyecto sobre los costos de la guerra) estima que EE.UU. gastó más de 2,2 billones de dólares en Afganistán y Pakistán y, según un recuento, más de 170.000 personas murieron durante los combates de las dos últimas décadas. Kathy Kelly, experimentada activista por la paz que estuvo en Afganistán numerosas veces y coordina la campaña Ban Killer Drones (Prohíban los drones asesinos), dice que es importante que el pueblo de Afganistán siga siendo foco de atención internacional. “Todas las personas de Estados Unidos y de todos los países que invadieron y ocuparon Afganistán deberían reparar lo que se hizo”, afirma Kelly. “No solo una reparación financiera por la terrible destrucción causada, sino también ocuparse de […] los sistemas bélicos que se deben desmantelar y dejar de lado”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Kathy Kelly.
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