Funcionarios de la Penitenciaría Estatal de Oklahoma de la ciudad de McAlester llevaron a cabo este jueves por la mañana la primera ejecución en Estados Unidos en lo que va de 2022. Donald Grant, un hombre negro de 46 años, fue atado a una camilla y recibió una inyección letal de tres drogas. A las 10:16 a.m. fue declarado oficialmente muerto. Grant había pedido a los tribunales federales que detuvieran su ejecución, argumentando que el protocolo de inyección letal del estado de Oklahoma es inconstitucional y presenta un riesgo de dolor y sufrimiento.
Esta es la tercera pena capital que se lleva a cabo en Oklahoma desde que se restableció la pena de muerte en ese estado luego de una interrupción de seis años por una serie de ejecuciones fallidas, o que se llevaron a cabo de forma inadecuada y dolorosa, que obligaron a detener las ejecuciones. En octubre de 2021, John Marion Grant, de 60 años, convulsionó y vomitó repetidas veces después de que le administraran un sedante en una ejecución que los testigos describieron como prolongada y tortuosa.