Agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos dispararon el lunes balas de gas pimienta contra un grupo de migrantes venezolanos que encabezaban una protesta a lo largo de la frontera que se extiende entre la ciudad de El Paso, en el estado de Texas, y la ciudad de Juárez, en México, después de que se les negara la entrada a Estados Unidos y se les impidiera solicitar asilo. Estas fueron las palabras expresadas por Yaneiri Hernández, una solicitante de asilo venezolana que participó en la protesta y presenció el ataque.
Yaneiri Hernandez: “Sacaron armamento y empezaron a disparar. Las cosas tampoco son así, nosotros no somos animales, nosotros somos seres humanos. Nosotros queremos pasar para allá a trabajar, no hacer las cosas mal. Nosotros tenemos cualquier cantidad de días aquí durmiendo como animales. Las personas mexicanas son las que nos han ayudado con un plato de comida, con una ropa, con un zapato, con una cobija”.
En octubre, el Gobierno de Biden comenzó a expulsar a México a los solicitantes de asilo venezolanos amparándose en una expansión de una política migratoria establecida durante el Gobierno de Trump que, en base a una disposición de Título 42 del Código de Regulaciones Federales, permite que las autoridades de inmigración expulsen a solicitantes de asilo sin el debido proceso, alegando motivos de salud pública durante la pandemia. Dicha política ha impedido que al menos dos millones de personas soliciten asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, en violación del derecho internacional.