Funcionarios gubernamentales de la República Democrática del Congo afirmaron este lunes que al menos 272 civiles murieron la semana pasada en la ciudad oriental de Kishishe. La autoría de la masacre ha sido atribuida al grupo rebelde M23. Las fuerzas de seguridad de la República Democrática del Congo estimaron inicialmente que unas 50 personas murieron en la masacre. M23 ha negado su responsabilidad en el ataque. Decenas de jóvenes activistas se reunieron este lunes en la ciudad de Goma para exigir justicia para las víctimas y denunciar a la comunidad internacional por ignorar el recrudecimiento de la violencia a la que se enfrenta la población congoleña.
Claude Lwaboshi Buhazi: “Creemos que es inadmisible la pasividad de la comunidad internacional ante los actos innobles que se perpetran en la República Democrática del Congo. Esto tiene que terminar, ya ha pasado más de una década. Nuestras poblaciones son masacradas en el territorio de Rutshuru. En Bunagana, la gente sigue viviendo en condiciones deplorables. Esto tiene que terminar”.