El estado de Idaho se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en promulgar una ley que sigue el modelo de la prohibición casi total de los abortos promulgada en el estado de Texas. El gobernador republicano de Idaho, Brad Little, aprobó el miércoles el proyecto de ley que prohíbe los abortos después de aproximadamente seis semanas de embarazo y que permite que cualquier persona biológicamente relacionada con el feto pueda demandar a los proveedores de servicios de aborto que desafíen la ley. Las únicas excepciones al respecto son los casos relacionados con emergencias médicas, violaciones o incestos, pero los dos últimos requieren que el paciente haya denunciado el delito a la policía. Asimismo, la Cámara de Representantes del estado de Oklahoma aprobó el miércoles una prohibición total del aborto que se haría cumplir mediante demandas al estilo de los “cazarrecompensas”. Estos ataques a los derechos reproductivos se producen casi siete meses después de que el estado de Texas promulgara su prohibición casi total del aborto. Amy Littlefield, periodista especializada en acceso al aborto que escribe para la revista The Nation, afirma que casi la mitad de todas las pacientes que salieron de Texas para recibir servicios de aborto en otro estado del país fueron a Oklahoma.
Amy Littlefield: “Ahora la Cámara de Representantes de Oklahoma ha aprobado una prohibición total del aborto. Prohíbe el aborto en el momento de la fertilización, incluso antes de que el embrión se implante en el útero. Si la ley es aprobada por el Senado y firmada por el gobernador, entraría en vigor de inmediato. Una cosa realmente notable sobre esta ley es que define a la ‘mujer’ como cualquier persona que tiene un útero y cuyo sexo biológico es femenino en función de sus cromosomas, independientemente de su identidad de género. Por tanto, vemos nuevamente la incidencia de la agenda contra el aborto y contra la comunidad trans en este proyecto de ley, un proyecto que eliminaría el acceso al aborto en la región”.