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Crece la presión sobre el Gobierno de Biden para que ayude a liberar a la estrella del básquetbol femenino estadounidense Brittney Griner. El 7 de julio, la deportista detenida en Rusia, se declaró culpable de “posesión de drogas a gran escala” y “contrabando de drogas” ante un tribunal ruso. Según el equipo jurídico de la deportista estos cargos son falsos. En febrero, funcionarios rusos detuvieron a la bicampeona olímpica de básquetbol de Estados Unidos y ocho veces ganadora del torneo de la WNBA, en un aeropuerto de Moscú, por haber encontrado presuntamente en su equipaje dos cartuchos para vaporizador que contenían aceite de cannabis. Conversamos con dos periodistas que hacen la cobertura del caso, Dave Zirin y Maya Goldberg-Safir, quienes afirman que Griner es una presa política y que su detención es ilegal. “No podemos separar este caso de la guerra rusa en Ucrania ni del hecho de que Brittney sea una lesbiana negra detenida por un régimen abiertamente anti LGTBQ+”, dice Goldberg-Safir. Zirin también critica a la comunidad deportiva estadounidense por la falta de atención a este caso que, en parte, “revela cuán arraigado y tremendo es el sexismo y homofobia que hay en los medios deportivos hegemónicos”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Dave Zirin y Maya Goldberg-Safir.
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