En Estados Unidos, las autoridades de Akron, estado de Ohio, decretaron otra noche de toque de queda en la ciudad mientras grupos de manifestantes continúan exigiendo justicia para Jayland Walker, un joven negro de 25 años a quien la policía mató a disparos el 27 de junio. Walker estaba desarmado cuando la policía de Akron le disparó 90 veces, después de que el joven intentara huir tras ser detenido en un control de tránsito. El cuerpo de Walker aún estaba esposado cuando llegó a la oficina forense para una autopsia, que mostró que el joven recibió al menos 60 disparos. El jueves, la policía de Akron arrestó a varios familiares de víctimas de tiroteos policiales, acusándolos de causar disturbios. Una de las personas arrestadas fue Bianca Austin, la tía de Breonna Taylor, una joven afroestadounidense quien en 2020 murió por disparos de la policía en su propia casa en la ciudad de Louisville, estado de Kentucky. Otro de los arrestados fue Jacob Blake, cuyo hijo quedó parcialmente paralizado luego de ser baleado por la policía en la ciudad de Kenosha, estado de Wisconsin, en 2020.
Jacob Blake: “Estamos aquí para hacer oír nuestra voz, porque ya hemos tenido suficiente. Si la policía le hubiera disparado 60 veces a un joven blanco, las calles habrían ardido. Pero como [Walker] es un hombre negro y se parece a mí, la gente pregunta ¿qué es lo que hizo para que le dispararan 60 tiros? Nada justifica que le disparen a alguien 60 veces. Nada”.